Largo réquiem para un viajante amigo.
Lo que comenzó como un evento solidario se transformó en una sucesión de eventos de recaudación de fondos llamado «Los amigos de José».
Al atardecer del día lunes 25 de abril se realizó el primer evento multidisciplinario de artes en homenaje al difunto peruano–argentino José Carlos Causillas. Tras las noticias de su asesinato, la actual generación de artistas de San Pedro Sula, a través de las redes sociales, se manifestó indignada y consternada y organizó uno de los varios eventos a realizarse en su memoria. Neverland Rock Bar, ubicado en Barrio Los Andes, entre 11 calle y 11 avenida, se solidarizó con el difunto y ofreció su espacio como primera sede de la gira que convocó a más de un centenar de personas, entre ellos un gran número de artistas, que sobrepasó la veintena, entre músicos, pintores, fotógrafos, muralistas, escritores, cuyo objetivo no fue otro más que el de recaudar fondos para los gastos funerales del que fuera dueño del restorán Paél y PaElla y de La Maison Maya Resto Bar.
La banda Mucho Color, que tiene por integrantes a Axel Somoza, Tato Padilla, Edy Gonzales, Luis López, Francisco Vallecillo, Aron Escoto, Eduardo Villegas y Dennis Carías, revivió la mejor época de La Maison cuando abundaban los festivales artísticos y culturales.
Uno de los miembros de la banda, Tato Padilla, quien también es pintor, dijo que era lo menos que podían hacer por José: «Él nos dio la mano, nosotros démosle una buena despedida».
Parte del evento que comenzó a las seis de la tarde fue la participación especial de Dj Guti y Dj Reno.
«La música, el arte y la cultura, en lo que nuestro estimado y siempre recordado José Carlos brindó tanto apoyo se unen para brindarle un humilde homenaje», se lee en el Facebook por parte de los organizadores.
«El evento más que una fiesta, es una muestra de respeto y a la vez una forma de colaborar con los gastos de su sepelio, ya que todo lo recaudado estaba destinado para él».
Entre los donantes de su arte (pinturas, retratos) estuvieron Carlos Lamothe, Evelyn Mariely, Tato Padilla y Xiomara Villamil. Por su parte, París Castro, de Tabú Tattoo Studio, subastó dos cuadros y tres certificados de consumo.
Las bebidas fueron donadas por Xiomara Villamil, María Vaquero y Ariel Hernández.
«Todo lo recaudado: entrada, subasta de arte, venta de cervezas, fue para el viejito José, y se recaudó buena cantidad de dinero», expresa uno de los organizadores.
Karen Mejía, abogada y feminista, defensora de los Derechos Humanos y de la mujer, se solidarizó con la causa y envió un comunicado afectivo en el que expresa su agradecimiento y pésame:«Gracias a José por darnos alegría y por permitirnos ser libres en nuestra terrible ciudad. Gracias a vos por la belleza y el aprendizaje que tuvimos sobre el feminismo, porque querías escuchar, apoyar, porque dejó de poner mujeres desnudas en los afiches y puso animalitos».
La artista plástica Xio Villamil, quien fue una de los organizadores, que brindó todo su apoyo en todo momento, publicó en el muro de Facebook: «Apoyemos todos. Y abramos nuestro criterio artístico».
De muchas partes del mundo han manifestado su pesar a través de las redes sociales. Toda persona que visitó San Pedro Sula, latinoamericanos, europeos, todos quienes pasaron por el bar, lo recuerdan.
Romain Labbé le dedicó un conmovedor escrito poético: «Estás muerto. Una nueva bofetada se cierne sobre nuestras cabezas y nos lastima. Me acuerdo de esta vida que vivía en tu cuerpo… Que haya ecos en todas las partes del mundo en el corazón de los que te han conocido. »
También circula entre sus amigos y conocidos el número de una cuenta bancaria para hacer depósitos para la gestión legal y que la morgue entregue el cuerpo, debido a su nacionalidad extranjera. Luego José Carlos será velado y cremado y enviadas sus cenizas a su familia.
Se espera recaudar cien mil lempiras, una cantidad mayor a la pensada. De no conseguirlo, lo sepultarán en una bolsa en una fosa común en la Rivera Hernández o usarían su cuerpo para los practicantes de medicina. Las condiciones de sus viejas instalaciones son precarias. La morgue de San Pedro Sula, derrotada por el tiempo, falta de recursos, corrupción y por los altos números de muertos que ingresan a diario, debido a ser una de las ciudades más violentas del mundo, mantiene a veces una cantidad mayor a los 50 cuerpos en los congeladores. Los forenses se han quejado en reiteradas ocasiones por contar con maquinaria obsoleta y carecer de equipo técnico necesario para practicar las autopsias. Siguen usándose viejos procedimientos debido a la falta de logística. Por causa de las condiciones de los cuartos de refrigeración, un olor a pestilencia –como si fuera una manifestación olfativa que clama justicia– se escapa entre sus rendijas.
Los cadáveres no reclamados van a parar allá. Sin embargo, este no es el caso de José Carlos Causillas, sus amigos se han hecho presente y han estado haciendo las gestiones pertinentes para obtener el cuerpo y repatriarlo. La historia tampoco termina aquí así como los esfuerzos de la comunidad artística para reunir la cantidad de dinero.
El telón aún no se cierra y el país sigue mostrando su lado más terrible y desconsolador. Quien fue la compañera del dueño de La Maison, teme por su vida, lo que ha permitido que el cuerpo siga aún en la morgue.
La otra opción consiste en comunicarse con su familia y conseguir un poder que autorice el proceso de cremarlo y repatrias sus restos, y para esto también se ocupa un documento que acredite que sí tienen lazos de consanguinidad.
Otro de los pasos es autenticar los documentos y que su familia, por medio de la embajada de Honduras en su país de nacimiento, realicen rápido los trámites, los cuales también generan altos gastos. Todo podría realizarse un mismo día. Los gastos de repatriación de un extranjero se reducen hasta un 50% cuando el cuerpo es cremado.
Debería crearse una cláusula en la ley que establezca que de no haber familiares en el país donde reside un extranjero sus amigos cercanos puedan hacerlo. La lógica dicta que si una persona decide hacerse cargo de los gastos funerarios de un cadáver es por la única razón de lazos de amistad. El gobierno ya no tendría por qué asumir esa labor y gasto.
En treinta mil lempiras rondan los gastos fúnebres de cremación. Hasta el momento se han recaudado aproximadamente la quinta parte de lo que se necesita.
Las actividades siguen. La siguiente actividad en beneficio del difunto se realizará hoy jueves 28 de abril en el Salón Clementina del Hotel Boutique Primavera.
Manuel Araque fue el mejor amigo de José Carlos y es quien está comunicándose con sus familiares.
El número de cuenta para quienes quieran apoyar esta noble y solidaria causa: 2105002979 Banpaís, a nombre de Indira Larissa Landaverde Amaya.
Por otra parte, días después que asesinara al dueño de PaÉl y PaElla, saquearon su casa. Algunos llevaron cuadros y televisores argumentando que José Carlos les debía dinero. Parte de lo que se rescató fue subastado en Neverlan Bar Rock, en la primera recaudación. Libros, pinturas, camisetas, entre otras cosas.
Lo increíblemente extraño es que el establecimiento no haya sido resguardado. En caso de la muerte de un extranjero, sus pertenencias deben ser cuidadas por autoridades o por autoridades consulares; sin embargo, tal descuido o desinterés ha tenido su beneficio, el obtener bienes para un fin que permita ofrecerle al difunto una despedida digna, la cual será larga.
Uno de los testigos protegidos confió a este medio que presuntamente «están cobrando 70 mil lempiras para entregarlo», lo cual sigue en investigación para confirmar su veracidad.
Sin duda será un largo funeral. Pero «Los verdaderos amigos son como las estrellas, no siempre las ves, pero saben que están ahí… Aquí estamos José», escribió una persona en Facebook.
Mientras escribo esta nota recuerdo aquel episodio de Las aventuras de un viajante de Arthur Miller: « Nadie puede culparle. Ustedes no lo entienden. José era un viajante, y para un viajante la vida no tiene fondo. Es un hombre que no pone tuercas en los tornillos, que no te informa sobre las leyes ni te receta medicinas. Es un hombre que va solo por la vida, sin más recurso que una sonrisa y unos zapatos bien limpios. Y cuando empieza a fallar la reacción a sus sonrisas… sobreviene un terremoto. Entonces le aparecen un par de manchas en el sombrero, y está acabado. Nadie puede culpar a ese hombre. Un viajante tiene que soñar. Es un gaje del oficio».
Tampoco puedo ocultar mi indignación por lo ocurrido. Aún tengo esa sensación de haber perdido a un ser importante. Y como el amigo suyo que fui, no puedo esconder mi tristeza.
La última vez que lo vi le vendía una miniatura de Ernesto Sabato, ya que José Carlos además de gestor cultural, era un buen lector.
El mundo que trajo de sus viajes, lo creó aquí, un pequeño mundo para personas como él, sensibles ante la indefensión del ser humano y creador de sueños. Incentivó el talento hondureño, que tanta falta ha hecho en el país, y más en una ciudad árida como lo es San Pedro Sula.
No me permito negar públicamente que soy o fui su amigo. La amistad y amor al prójimo es necesaria en esta sociedad. Como dijo John Lenon: «todo lo que necesitamos es amor». Y discúlpenme por permitirme tomar un par de párrafos en este artículo para recordarlo, emocionado y orgulloso, feliz, como siempre fue, al ver incluido el nombre de su bar en el proyecto literario que llevamos a cabo con un par de amigos: Entre el Parnaso y La Maison, muestra de la nueva narrativa producida en la costa norte de Honduras, publicada en 2011.
Fue uno de los proyectos literarios más importantes de la última década y se obsequió poco más de la mitad de los ejemplares a bibliotecas universitarias centroamericanas y a los escritores participantes. Al pasar los años le obsequié el banner del libro, cuya portada hizo el gran dibujante y caricaturista nacional Fabo, en cuya imagen aparecen tres personas sentadas en la barra del bar, y abajo una brújula indicando el norte. El norte, querido amigo José Carlos, y pronto te irás a todas partes, en cada recuerdo, gracias al mundo que trajiste en tu cabeza y que construiste en la calurosa capital de la muerte: nuestro hogar intemporal: La Maison Maya.
Y tus amigos te aseguramos que obtendremos tus cenizas, que haremos llegar a tu familia, y no descansaremos hasta recobrar tu cuerpo.