Christopher Rennie Glenn (37), quien trabajó como contratista para el Pentágono en Irak, fue encontrado culpable de los delitos de tráfico y explotación sexual de niñas, hechos ocurridos durante su estadía en la Base Aérea Enrique Soto Cano en Comayagua, Honduras.
El juez federal Robert N. Scola Jr. impuso la pena al acusado, quien cumple una sentencia de 10 años luego de que en el 2015 se declarara culpable de haber sustraído ilegalmente información clasificada de las computadoras de la Fuerza de Choque Conjunta Bravo del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos en la Base Aérea Soto Cano.
En su trabajo como contratista para el Ejercito de los Estados Unidos también fue acusado de “piratear” una base de datos pero no se presentaron cargos en esa ocasión.
En este juicio, la Fiscalía de EE.UU. acusa a Christopher Rennie Glenn de haber aprovechado el tiempo que trabajó como administrador de los sistemas informáticos de la base aérea de Soto Cano para engañar a las familias de niñas y adolescentes de comunidades rurales pobres, ofreciéndoles trabajo como empleadas de hogar o incluso casarse con ellas lo que luego se convertía en abuso y explotación sexual. Algunas de las víctimas declararon que Glenn les daba píldoras para dormir o sedantes bajo la justificante de que eran vitaminas.
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El FBI empezó a investigar las actividades de Glenn, lo que llevó al descubrimiento de imágenes de pornografía infantil en su computadora que databan de su época de contratista militar en Irak, una década antes.
El agente especial del FBI en calidad de retiro Wesley Floyd supervisó la investigación en Honduras, testificó que un vecino de Glenn ayudó a los investigadores a encontrar a una de sus víctimas lo que sirvió como base legal para el registro de la casa de dos pisos del acusado en Comayagua.
“La cosa empezó con una menor, y de ahí creció como una bola de nieve”, declaró Floyd.
La fiscal federal Vanessa Singh Johannes dijo del acusado que es un hombre muy perspicaz por -“haberse aprovechado de algunas de las personas más pobres del mundo”- en referencia a las adolescentes que engaño bajo la promesa de una calidad de vida mejor con dinero, comida, albergue y matrimonio, para luego explotarlas sexualmente.
La fiscal Johannes también relató que el acusado obligó a varias de las menores a casarse con él en ceremonias falsas y celebradas en idioma árabe. Esta no es la primera vez que Glenn se enfrenta a la justicia, en marzo del año pasado fue hallado culpable de una docena de delitos que van desde explotación sexual, abuso de menores hasta pornografía infantil.