Para muchos empleados de PDVSA (Petróleos de Venezuela, S.A.) llegar a su trabajo a hacer nada, únicamente ponerse a jugar a las cartas o al dominó, es un fuerte golpe emocional por lo que una vez fue el monstruo petrolero de Venezuela y del continente, la crisis económica y política que atraviesa la ahora Venezuela post Hugo Chávez está dejando a la petrolera estatal en un Chernóbil americano, afectada por malas administraciones. Como por ejemplo mantener el poder o favor de las Fuerzas Armadas colocando en la presidencia de una empresa petrolera al General Manuel Quevedo que poco o nada sabe del rubro de los combustibles.
La producción de PDVSA cayó a su nivel más bajo en 27 años, esto se debe a la falta de inversión y el impago o demora, lo que afecta las exportaciones.
Según las cifras que el gobierno de Venezuela ha enviado a la Organización de Países Exportadores de Petróleo revela que desde el 2015 el bombeo ha caído en más de 500 mil barriles por día, en este año 2017 la producción solamente pudo lograr 153 mil barriles por día un (67%) lo que se traduce de una producción de 2,27 millones de barriles diarios a 2,11 barriles, la exportación cayó en 22% esta caída afecta tanto interna como externamente, por el incumplimiento de contratos de entrega a sus mercados clave; uno de ellos Estados Unidos.
Debido a esta caída en la producción países petroleros como Arabia Saudita está eliminando sus déficits y sus utilidades van en aumento, también Libia e Irak.
Operando solo en un 20% del total de su capacidad, con 76 de 84 plantas paralizadas, problemas con los software que no pueden diagnosticar los problemas de producción y la falta de problemas para solventarlos, sumado a esto se presenta la persecución y arrestó de un gran número de empleados administrativos acusados por corrupción, el oficialismo defiende dichos acontecimientos en una transparencia, aunque para Luis Giusti quien dirigiera la compañía en 1999 opina que esas acciones son una purga política y al mismo tiempo campaña ya que:
Administran la empresa desde hace 18 años y de repente salen con que van a rescatarla. ¿De quién la van a rescatar exactamente?”.
Crisis política, económica, ingobernabilidad, caída en la producción y además un enorme deuda interna casi; 60 mil millones a empresas de servicios de perforación y mantenimiento de sus campos.
La situación en general es mala, pero individualmente es peor para los empleados, algunos se ven en la obligación de vender sus guantes y cascos, o irse a trabajar en la recuperación de la isla San Martin en la que les pagan 10 dólares la hora.
Esto ha causado un desplazamiento de las personas, que buscan una mejor oportunidad o simplemente sobrevivir y alejarse de una empresa que poco a poco se va convirtiendo en un recuerdo de los buenos momentos debido a las malas administraciones en la empresa estatal venezolana con las mayores reservas probadas del mundo.
Punto Fijo, lo que una vez fue un bastión de Venezuela, del Chavismo, y del socialismo del siglo XXI se está muriendo junto con PDVSA.
Fuente: www.nytimes.com