El ex Relator Especial de las Naciones Unidas para la Libertad de Expresión y actual subdirector de UNESCO, Frank de la Rue, fue suspendido esta semana de su cargo por acusaciones acoso sexual.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la ciencia y la Cultura (Unesco), ha hecho oficial que el guatemalteco Frank La Rue fue suspendido de sus funciones en esa entidad luego de que se revelaran acusaciones de que acosaba sexualmente a una mujer. Esto se dio a conocer el medio británico Daily Mail.
Si bien su trabajo por muchos años fue viajar por el mundo defendiendo la Libertad de Prensa, resalta ahora lo irónico del caso de Frank de la Rue, que no estaba tan interesado en proclamar la noticia de que desde el año pasado estaba involucrado en una investigación oficial sobre acusaciones al estilo ‘MeToo’.
La Rue, quien en Guatemala estuvo por muchos años al frente de la Comisión Presidencial Coordinadora de la Política del Ejecutivo en Materia de Derechos Humanos (Copredeh), así como del Centro para la Acción Legal para los Derechos Humanos (Caldh), de la que fue fundador, fue relevado un día después de que saliera a luz esta información.
El Sr. La Rue, de 65 años, Subdirector General de la Unesco, el brazo cultural de la ONU, con sede en París, fue formalmente suspendido por el Director General de la organización, Audrey Azoula.
Un vocero de la organización internacional confirmó: «Frank La Rue ha sido relevado de sus funciones hasta nuevo aviso.»
«No hay más comentarios, aparte de decir que la Unesco tiene procedimientos específicos que proporcionan, entre otras cosas, una investigación interna para manejar las denuncias de acoso y presentación de informes relacionados con casos de acoso.»
«El acoso en todas sus formas es una violación de la dignidad humana. La Unesco, como cualquier otra agencia de la ONU, tiene una política de tolerancia cero y toma muy seriamente la cuestión del acoso.»
El trabajo del Sr. La Rue fue promover la libertad de expresión a nivel mundial y organizar eventos del Día Mundial de la Libertad de Prensa. Así llegó a Honduras en 2012, para observar los esfuerzos del país en el cumplimiento de sus obligaciones relacionadas con esa garantía fundamental.
Frank de La Rue dialogó en aquella visita con las autoridades hondureñas para identificar medidas que aseguren el libre ejercicio de la libertad de opinión y expresión de la población, particularmente el de los periodistas.
En discursos en todo el mundo, de La Rue defendió firmemente las libertades de prensa como «fundamentales» para la democracia. Pero ni él ni la Unesco parecían muy interesados en la cobertura de la prensa sobre las acusaciones de acoso sexuales.
El periódico The Guardian informó, en un artículo esta semana, que las Naciones Unidas han permitido que el acoso sexual y los asaltos florezcan en sus oficinas de todo el mundo, ignorando las denuncias de las víctimas. Decenas de empleados de la ONU describieron al periódico británico la cultura de silencio que impera en toda la organización y un sistema de quejas defectuoso que se acumula contra las víctimas.
Las acusaciones en contra de La Rue son por un presunto acoso sexual contra una mujer que se dice se extendió por varios meses entre 2016 y 2017.
En noviembre del año pasado, la víctima sufrió un colapso emocional y fue tratada por un médico, luego presentó la denuncia del incidente a los jefes de la Unesco que dio lugar a que se iniciara la investigación que ahora tiene afuera de su cargo a Frank de La Rue.