En la carrera política difícilmente se puede desaprovechar un escenario, y como actores ante un público -ya bastante escéptico- desarrollan su papel de acusador, víctima, o héroe postmoderno de lucha contra la corrupción, que usa la transparencia como escudo o estandarte ante un ataque político. Qué mejor momento para una obra que la transición de poder, una nueva administración toma juramento y puede examinar lo que la anterior hizo y cómo dejó lo que tenía a cargo: bien, mal, intermedio.
Es el caso de la nueva administración del Colegio de Abogados de Honduras que ha encontrado -según la versión de su vocal 2, Marco Ramiro Lobo- la institución en el contexto financiero en números rojos y con un exceso de personal que no está en armonía con la realidad económica del colegio en la actualidad.
El excandidato a la presidencia del colegio también señala lo que él considera un exceso burocrático; 126 empleados a nivel nacional, 75 en Tegucigalpa.
Acto I La denuncia del Vocal 2
Marco Ramiro Lobo ha denunciado también una mora de 11 millones de Lempiras por concepto de compra de la póliza de un seguro médico, mismo que la actual administración compró por un valor más barato; en síntesis, las deudas que recibe la nueva administración ascienden a 24 millones de Lempiras, lo que en palabras de Ramiro Lobo “refleja el desorden (entre comillas) de las finanzas del Colegio de Abogados de Honduras. En las condiciones en las que se encuentra el Colegio es muy difícil que se puedan iniciar proyectos que puedan generar algún beneficio a los colegas abogados agremiados, tomando en consideración la carga laboral muy pesada; 126 empleados a nivel nacional, 75 laboran en la oficina central en Tegucigalpa, lo que constituye una carga excesiva para las finanzas del Colegio.”
Un hecho que Ramiro Lobo considera escandaloso, es la compra de un seguro médico para los agremiados por un valor de 46 millones de Lempiras con la aseguradora MAPFRE, seguro que según quejas de los agremiados fue inoperante -cuenta Ramiro Lobo-. Ese mismo seguro con la nueva junta directiva se ha contratado por 36 millones de Lempiras, existe una diferencia de 11 millones de Lempiras entre uno y otro contrato, indica que será meritorio realizar una investigación para determinar por qué la millonaria diferencia entre dos seguros que prestan el mismo servicio.
“La junta anterior tendrá que dar las explicaciones del porqué de esa diferencia. Las finanzas del colegio de abogados están en rojo, así lo entregó la junta directiva que presidia José María Díaz Ávila, deudas a proveedores, el bono de los jubilados y 11 millones que es la diferencia que se debía del seguro médico a la aseguradora MAPFRE y se debió pagarlos para poder contratar un nuevo seguro médico con otra compañía bajo las mismas condiciones que ya se ha contratado por 36 millones de Lempiras”.
La lista de irregularidades es amplia desde la perspectiva de Lobo, entre ellas:
Exceso en el uso del combustible, casi los 400 mil Lempiras anuales, alquiler de vehículos por la misma cantidad, gastos en viáticos, la flota de vehículos destruida, sin mantenimiento. “Lo que refleja la negligencia con la que se administran los bienes del colegio.” Indica el Lobo y agrega que todos esos aspectos deben ser objeto de una auditoria y de una investigación por los abusos cometidos.
Desde su punto de vista, los malos manejos que se han dado en el Colegio de Abogados de Honduras se perciben con la intención de silenciar al colegio en temas de trascendencia para evitar que la institución sea “una voz orientadora del pueblo de temas de carácter jurídicos y de interés nacional donde como colegio se pueda expresar sus criterios técnicos.” Lema que fue eslogan en su campaña.
Otro de los cuestionamiento de Lobo es la cantidad de empleados laborando a lo interno del colegio, 126 a nivel nacional y 75 en Tegucigalpa, lo que considera excesivo, lo mismo que los sueldos que rondan desde los 35 mil hasta los 45 mil “lo que nos parece que no está acorde a la realidad económica que vive el colegio de abogados.” indicó.
Acto II la versión del expresidente
Un viejo adagio de la voz popular indica -sabiamente- que siempre hay dos versiones -tres en este caso- de una historia. Le preguntamos al ahora expresidente del Colegio de Abogados de Honduras José María Díaz Ávila sobre los cuestionamientos hechos a su administración, los manejos de las finanzas, el valor del seguro y nos explicó que el presidente del Colegio de Abogados maneja dos instituciones: el Colegio de Abogados y el Instituto de Previsión, y que existe una confusión en el manejo de ambas, por ejemplo asegura que su administración dejo las reservas del instituto de previsión incrementadas por más de 100 millones de Lempiras -algo que no había sucedido en 10 años según nos cuenta-, también aumentaron la jubilación en mil Lempiras (5 mil ahora). En referencia a los gastos que Ramiro Lobo denuncia, Díaz asegura que en dos años únicamente tiene registros por 50 mil Lempiras en viáticos y que eso funcionó para beneficiar con el aumento a los jubilados.
Díaz es consciente de que se ha criticado mucho la compra del seguro médico pero que se siguió el proceso correcto de licitación y compra avalado por el Ministerio Público (MP), la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad (MACCIH) y al Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), en su condición de veedores del proceso, pero que se adjudicó la compra a la misma empresa (MAPFRE seguros) por un valor de 46 millones de Lempiras, en este punto explica que se compró a un valor menor (L. 36 millones) pero que las compañías aseguradoras ofertan más caro al ver el comportamiento del gremio de abogados, es por esta circunstancia que al segundo año aumentó y la nueva administración podrá experimentar esa situación: “las compañías de seguro médico aumentan la póliza y va a ser más cara del precio de compra.”
“Como exdirectivos estamos sujetos a cualquier investigación, no es por casualidad que presente un escrito ante el CNA para que se investigará mi patrimonio personal antes, durante y después de ser presidente del CAH, ellos tendrán sus intereses para desprestigiarme por cuestiones políticas gremiales.”
Díaz Ávila avala su administración con cinco premios a la transparencia otorgados por el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP). Un mérito que es la primera vez que se otorga al Colegio de Abogados de Honduras.
En cuanto a la flota de vehículos, Díaz asegura que ya supera los 15 años, que algunos están en mal estado, y que si en la actualidad hay ahorro en este contexto es porque no usan los carros del colegio. Reconoce que en su administración sí se alquilaron vehículos para que los directivos pudieran cumplir con sus obligaciones a nivel nacional.
“Chema” Díaz indica que esos señalamientos contra su persona pueden ser ataques políticos gremialistas y que de ser necesario contratará un cuerpo de abogados para defender su imagen y prestigio profesional.
Para dar una explicación lógica sobre el personal contratado en su periodo explica que: hay 16 capítulos del colegio de abogados en todo el país por lo que es necesario que exista al menos un vigilante en la infraestructura construida, por ejemplo en Gracias, Lempira, el lugar estaba abandonado y descuidado al punto que circuló una foto por redes sociales mostrando ganado pastando:
“Hay capítulos del CAH como el de Gracias, Lempira en el que no había ni un empleado, ni vigilante. Para la buena administración, si se va a invertir más de un millón de Lempiras para dejarlo abandonado no sirve de nada si no se le va a asignar el personal humano que requiera para que proporcione el cuidado a esas instalaciones”
Se abrió un departamento de conciliación y arbitraje, dos espacios, uno para la cooperativa del colegio y uno para el centro de capacitación, con estas obras Díaz Ávila justifica la contratación de al menos 11 personas en su periodo.
Acto III la versión de la nueva presidenta
Desde el punto de vista de la nueva presidenta -ya en funciones- del colegio de abogados de Honduras, Anny Ochoa si coincide -con el vocal 2 Marco Ramiro Lobo- en el exceso de personal pero que ya están tomando acciones para remediar ese asunto, como la revisión de expedientes “para determinar quiénes tienen las capacidades y los requerimientos específicos del cargo y que cumplan con cada uno de los perfiles ideales”.
También algunos recortes presupuestarios en concepto de alquiler de vehículos, viáticos a directivos para “tener mayor solvencia a las capacitaciones que si se necesitan a nivel nacional.”
En lo que tiene que ver con los 11 millones de Lempiras de mora del seguro, Anny coincide con la declaración del expresidente del CAH José María Díaz Ávila:
Explica que no fue un procedimiento arbitrario, que fue consultado con miembros de la junta directiva del instituto de previsión del profesional del derecho, en la asamblea del 28 de abril y se determinó pagar los 11 millones de Lempiras que se debían de los 36 millones que ya se habían pagado de la primer compra con seguros MAPFRE “porque así se había firmado la póliza y debido al uso de los agremiados generó para el año 2017-2018 un costo de más de 47 millones de Lempiras.”
Como parte de una norma que regula la administración se tiene un fideicomiso que limita la contratación de una póliza de hasta 36 millones de Lempiras, fue por eso que José María Díaz pidió el permiso a la junta directiva del instituto. Anny también hace la diferenciación del Colegio de Abogados de Honduras y el Instituto de previsión del profesional del derecho.
El nuevo seguro médico se dio en las mismas circunstancias, mismo proceso de licitación; cinco empresas, y al mismo precio de la primera que contrato José María Díaz Ávila en su gestión, pero en esta ocasión se prefirió la oferta presentada por Ficohsa Seguros por presentar un beneficio para los agremiados a un costo más bajo que MAPFRE lo que llevo a la junta directiva a proceso de análisis y valoración.
Uno de los renglones presupuestarios que quiere reforzar es el Tribunal de Honor para que pueda investigarse a los agremiados que no cumplen con su deber, también atender a un ciudadano cuando tiene quejas por no haber sido representado o atendido correctamente.