El fundador de Wikileaks, Julian Assange, dijo el lunes que Ecuador está tratando de terminar su asilo en la embajada de Londres y entregarlo a Estados Unidos, citando como evidencia un nuevo conjunto de reglas que rigen su residencia en la misión diplomática de la nación andina.
Assange habló desde la embajada, a través de una teleconferencia en la primera audiencia de una demanda en Quito, iniciada por su equipo legal contra el gobierno ecuatoriano. La demanda desafía las nuevas reglas, que requieren que él pague las facturas médicas, las llamadas telefónicas y la limpieza de su gato.
Durante la audiencia, Assange dijo que las nuevas reglas eran una señal de que Ecuador estaba tratando de expulsarlo, y dijo que el presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, ya había decidido terminar su asilo, pero aún no había dado oficialmente la orden.
Sus comentarios hicieron que Íñigo Salvador, el principal abogado de Ecuador, lo interrumpiera y le advirtiera que no hiciera declaraciones políticas durante el proceso.
Los funcionarios de la corte dijeron a los periodistas que no podían registrar ninguna de las declaraciones hechas durante la audiencia.
Salvador no respondió directamente a las acusaciones de Assange, pero la semana pasada le dijo a los reporteros que Assange era bienvenido a permanecer en la embajada con las nuevas reglas.
También dijo que el Reino Unido había asegurado en agosto que Assange no sería extraditado si abandonaba la embajada, donde reside desde 2012.
Audiencia en Quito
El diario El Comercio, informó el lunes que, alrededor de las 9 de la mañana, se instaló en Quito la audiencia por la acción de protección que solicitó la defensa de Julián Assange en contra del Estado ecuatoriano.
Carlos Poveda, abogado de Assange en Ecuador, exhortó al gobierno ecuatoriano a «retomar el diálogo» por la situación de Assange, publicó el diario.
Iñigo Salvador, procurador General del Estado, «indicó que el protocolo busca alcanzar una convivencia armónica dentro de la embajada de Ecuador en Londres. Agregó que el documento, que entró en vigencia el pasado 12 de octubre, «no restringe las comunicaciones ni las visitas de Assange».
El artículo de El Comercio señala además, que el funcionario dijo que desde 2014, personal del cuerpo diplomático reportó incidentes protagonizados por Assange.
Según el diario ecuatoriano El Universo, Carlos Poveda, abogado defensor de Assange, «en ningún momento se ha asegurado de la renuncia al asilo que mantiene su defendido en la embajada de Ecuador en Reino Unido».
«Lo que se ha dicho es en virtud de lo que el Procurador ha manifestado de que el Reino Unido había asegurado a través de algún documento de que ellos aseguraban por parte del Estado británico que no iba a haber extradición a un tercer país», señala la publicación.
Por ello, Assange se entregaría a las autoridades británicas, con el objetivo de que se haga justicia independientemente, siempre y cuando exista la garantía de que no será extraditado, dice el diario La Hora.
La defensa también agregó, dice El Universo, que luego de la sentencia «podría establecerse tener la libertad. Lo manifestó antes de reiniciar la audiencia en el Complejo Judicial Norte en la que está presente el canciller José Valencia.»
Assange se refugió en la embajada después de que los tribunales británicos ordenaron su extradición a Suecia para enfrentar interrogatorios en un caso de agresión sexual. Ese caso se ha retirado, pero los partidarios han dicho que Assange teme que lo extraditen a Estados Unidos si abandona la embajada.
WikiLeaks, que publicó secretos diplomáticos y militares de los Estados Unidos cuando Assange dirigió la operación, enfrenta una investigación del gran jurado de Estados Unidos.
Como consecuencia de su práctica anterior, de mantener un diálogo con las autoridades británicas sobre la situación de Assange, el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, José Valencia, dijo a Reuters la semana pasada que el gobierno ya no intervendría en nombre de Assange, y agregó que el gobierno estaba «frustrado» por la demanda.
Fuente: VOA