Los costos asociados con el letal incendio en el norte de California podrían ascender a miles de millones de dólares, dijo el lunes el secretario de Interior de Estados Unidos, Ryan Zinke, en su regreso a la ciudad de Paradise, y aseguró que nunca había semejante devastación.
«Hay muchas cosas en las que preferiría gastar este dinero federal en lugar de reparar el daño de las cosas que han sido destruidas», declaró. Zinke hizo referencia a otros servicios públicos, como mejorar la experiencia de los visitantes del Parque Nacional Yosemite o la reducción de bosques como opciones para los fondos.
Pese a que el lunes no se hallaron nuevos restos humanos, la cifra de fallecidos por el fuego subió a 88 personas luego de que los investigadores determinaron que tres grupos separados de restos humanos correspondían a más de una persona.
Unos 203 nombres continúan en la lista de personas desaparecidas luego de que el incendio «Camp» arrasó una zona rural ubicada a 220 kilómetros (140 millas) al norte de San Francisco, dijo Kory Honea, jefe del departamento de policía del condado de Butte. El funcionario reveló los nombres de 16 víctimas mortales, con edades comprendidas entre los 58 y los 95 años.
El ritmo al que se están encontrando restos humanos se ralentizó en los últimos días, y Honea señaló que los investigadores están realizando un «buen avance» en su metódico repaso a las propiedades en las que pudo haber víctimas mortales.
«Los restos que estamos recuperando ahora son restos que fueron consumidos casi completamente por el fuego», señaló agregando que hay antropólogos analizando los fragmentos de hueso para ayudar a los forenses en la identificación.
Aunque declinó comentar qué porcentaje de la zona afectada se había registrado ya, Honea dijo que las zonas con mayor densidad de población y aquellas donde se identificaron posibles decesos ya fueron revisadas y los equipos se estaban desplegando ahora por zonas con menos daños.
El gobierno de Estados Unidos distribuyó más de 20 millones de dólares en ayudas a los desplazados por el catastrófico fuego, explicó un funcionario de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA, por sus siglas en inglés).
El masivo incendio, que destruyó casi 14.000 viviendas en Paradise y comunidades cercanas, quedó totalmente controlado en el fin de semana tras arder durante más de dos semanas.
Frank Mansell, vocero de FEMA, dijo a The Associated Press que se destinaron 15,5 millones de dólares en ayuda para alojamientos, incluyendo bonos para habitaciones de hoteles. Durante una entrevista en la ciudad de Chico, dijo que la respuesta al desastre está en una fase temprana pero que, con el tiempo, los afectados recibirán vivienda a largo plazo en remolques o departamentos.
La FEMA empleó además 5 millones de dólares para atender otras necesidades, incluyendo gastos por funerales, dijo.
Unas 17.000 personas se han registrado en la agencia federal de desastres, que revisará las coberturas de seguro, los bienes y otros factores para determinar la ayuda que le corresponde a los afectados, agregó Mansell.
Fuente: VOA