Sócrates fue falsamente acusado por melito y anito de corromper a los jóvenes y llevar nuevos dioses a la Atenas, siendo condenado al destierro o la muerte mediante la toma la Cicuta. Sócrates prefirió lo último.
Un día antes de cumplirse la sentencia fue visitado en la cárcel por su amigo Critón con el fin de persuadirle que se fugara ( Diógenes Laercio en “ vidas de los más ilustres filósofos griegos” menciona que fue Esquines el que sostuvo el diálogo con Sócrates y no Critón, pero Platón, por el odio que le tenía, lo atribuyó a Critón).
Critón utiliza argumentos válidos para cualquier mortal sin embargo el más sabio entre los hombres Sócrates sólo cede ante la razón y para ello utiliza la mayéutica ( preguntas y respuestas). “ Sócrates, aunque sea hazme caso ahora y sálvate. Pues si mueres, la desgracia de tu muerte no estará sola en mi desdicha. A más de perder un amigo tal como no encontré otro igual, muchos que no nos conocen bien ni a mí ni a ti creerán que, que habiendo podido salvarte si, en su opinión, hubiera querido desembolsar dinero, no me he cuidado de hacerlo. Y, ¿qué fama más vergonzosa que la de estimar más las riquezas que los amigos? La gente, en efecto, no creerá que tú mismo rehusaste marcharte de aquí a pesar de nuestro empeño “. Sócrates le responde :” Pero mi dichoso Critón, ¿por qué hemos de preocuparnos tanto de la opinión de la gente? Los más sensatos, los que más vale la pena tomar en cuenta, pensarán que estas cosas han sucedido como efectivamente sucedan “. Agrega Critón que hay que cuidarse de todas las opiniones, ya que tales, lo tienen en esa situación. Sócrates le refuta que ojalá que tales opiniones tuvieran la capacidad de hacer el mal, porque también podrían hacer el bien.
Critón utiliza un segundo argumento para que Sócrates ceda a su petición utilizando a los hijos que quedarían huérfanos :”…además de esto, me parece que intentas traicionar a tus hijos ; podrías acabar de criarlos y de instruirlos. Les tocará, como es de esperar la suerte que suele tocar a los huérfanos en su estado de orfandad… “ Argumento que nos recuerda al que utilizaron los enemigos de Francisco Morazán al intentar doblegarlo utilizando como rehenes a los hijos, respondiéndo nuestro paladín centroamericano: “ Los rehenes que mis enemigos tienen en su poder son para mi muy sagrados y hablan vehemente a mi corazón ; pero soy el jefe del Estado y mi deber es atacar ; pasaré sobre los cadáveres de mis hijos ; haré escarmentar a mis enemigos, y no sobrevire un solo instante más a tan escandaloso atentado”. Para Morazán al igual que Sócrates la patria era primero.
Sócrates le responde a Critón ante el segundo argumento :”.. Hace falta que sigamos examinando lo que propones “… Sobre las opiniones de los hombres algunas debemos tener en cuenta y otras no … Un varón que práctica gimnasia y hace de esto su ocupación, ¿toma en cuenta el elogio, la censura, la opinión de cualquier hombre o sólo la de aquel que es médico o maestro de gimnasia? “. “sólo la de éste” responde Critón.
Agrega Sócrates que durante toda su vida a vivido apegado a ley y predicando el respeto a éstas. Y que no será a esta hora, ya en su edad avanzada que llorará como un niño al estar cerca de la muerte. ¿Y qué como viviría el poco resto de su vida que le queda sí decidiese fugarse? Cómo sería recibido en el otro mundo en caso que traicionase su forma de vivir?
“.. La patria es más honrosa, más venerable y más sagrada que tu madre, tu padre y todos tus ascendientes, que es de más elevada jerarquía para los dioses y para los hombres sensatos? ¿Y que a la patria airada se la debe acatar y se la debe aplacar más que a un padre airado, y que, o se la persuade o se hace lo que mande y se sufre con calma lo que imponga sufrir, sea que te castigue, que te imponga cadenas, sea que te envié a la guerra, donde puedes ser herido o morir? “
Por lo que Critón terminó acatando la decisión de Sócrates al no poder persuadirle.
Sócrates después de su muerte se inmortalizó.” Los atenienses se arrepintieron, cerraron las palestras y gimnasios. Desterraron a algunos, y sentenciaron a muerte a melito. Los de Heraclea echaron de la ciudad a Anito en el mismo día en que llegó.
Luz tan fundamental en éstas honduras de claros/ oscuros