Los periodistas Emily Palmer, del New York Times, y el periodista investigador Jeff Ernest, en un foro virtual abordaron desde su perspectiva la acusación hecha contra el ex director de la Policía Nacional, Juan Carlos el “Tigre” Bonilla, y la consecuencia que recae en el gobernante Juan Orlando Hernández.
El pasado 30 de abril, se hizo público la acusación contra el “Tigre” Bonilla de conspiración para el tráfico de drogas hacía Estados y delitos relacionadas el uso de armas destructivas por parte de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York.
Para Emily Palmer, quien cubre la fuente judicial en los Estados Unidos, cataloga como “un gran golpe” contra Juan Orlando el veredicto de culpabilidad hacia su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández y ahora el “Tigre” Bonilla.
“El veredicto contra Tony Hernández fue un gran golpe para Juan Orlando… Diciembre ha sido un mes donde salieron acusaciones nuevas contra conspiradores de Tony, el tigre y Juan Orlando, al final en abril, a Juan Carlos Bonilla fue acusado de tres cargos similares, si se entrega a las autoridades serán un gran golpe al presidente”.
Asimismo, señalo que una opción a favor de Bonilla es entregarse y convertirse en un colaborador factor que juega en contra de Hernández pues, para Palmer, todas las acusaciones que se han dado en los casos de narcotraficantes hondureños giran en torno al presidente.
“Estas acusaciones siempre terminan con la entrega de estos narcos, si el Tigre se entrega a las autoridades tiene la posibilidad para ser cooperante con la justicia y tener otro cooperante contra Juan Orlando… Es muy obvio que CC-4 es el presidente y la acusación contra el Tigre menciona a CC4 como el presidente de Honduras, pero sin nombre, todos los casos circulan por el presidente”.
También explicó que, pese a no haber sido pedido en extradición, es una simple estrategia para mover las cosas de manera rápida tal como sucedió con “Tony” Hernández quien fue capturado en el instante que arribo a los Estados Unidos.
“El Tigre no está arrestado, pero después de esto se van a mover más rápido las cosas. Muchas veces hay acusaciones sin ser arrestado donde meses o años después estos se entregan. Hay dos posibilidades que el Gobierno de EEUU va a encontrar una forma para arrestarlo o extraditarlo o que se entregue, por eso Tony Hernández fue arrestado arribando a Estados Unidos”.
Para Parmer, el futuro de Juan Orlando Hernández será una cárcel en Estados Unidos debido a que se le cataloga como “el jefe” de toda la estructura de narcotráfico y las opciones que lo podrían blindar es una nueva reelección.
“En unos años que deje la presidencia las cosas van a cambiar bastante, por ser autoridad está intocable, pero le espera una cárcel, las opciones para que esto no ocurra tan pronto, una es que Juan Orlando va a buscar un tercer periodo de presidencia y esta posibilidad va a llevar más tiempo para él evitar las acusaciones en un círculo de casos contra el jefe de todo esto”.
Por su parte, Jeff Ernest, quien tomó mayor trascendencia al actualizar “minuto a minuto” lo acontecido en el caso contra “Tony” Hernández, también vaticinó que Juan Orlando será acusado por Estados Unidos y el caso del “Tigre” es una intención de perseguir a todos los conspiradores de “Tony”.
“La Fiscalía de Nueva York está apuntando a Juan Orlando como el jefe de la conspiración, está encaminado a esa última meta porque sería ilógico que no vayan a acusar, al jefe. En el caso del Tigre Bonilla demuestra una clara intención de la fiscalía de llevar más de los co-conspiradores de Tony Hernández a juicio”.
“El hecho de anunciar su acusación en lugar de calladamente solicitar su extradición dice muchas cosas, la fiscalía ha apostado que se entregaría. Yo creo que si él coopera podría recibir una condena menor y así algún día volver a respirar aire fresco, pero su objetivo final, su última meta es Juan Orlando”.
Para Ernest Juan Orlando no tiene más salidas que posponer su acusación y eso será a través de la reelección o pidiendo asilo político en un país que no rija la extradición.
“Además de buscar un tercer mandato, que es lo único que puede garantizar su libertad, otra opción es buscar asilo en un país donde no hay extradición o buscar un aliado que lo pueda proteger, pero siempre será posponer su acusación en su contra”.
Palmer y Ernest han presenciado la mayoría de casos presentados por la Fiscalía del Distrito Sur contra narcotraficantes hondureños por lo que su experiencia fue expuesta en el foro virtual desarrollado por el colectivo “Quemando Micrófonos”.