Aunque las caravanas han cobrado fuerza como una nueva modalidad para emigrar desde el 2018, es la última opción que escogerían los migrantes para salir del país establece uno de los estudios elaborados por el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS).
Otro de los hallazgos que presentaron en el informe de “Percepción Ciudadana sobre Migración 2019” transmitida en la página de Unidos por la Justicia, fue que cada tres de cuatro personas encuestadas están empleados, es decir más del 80% de los hondureños de los departamentos de Atlántida, Cortés y Francisco Morazán trabajan.
“No se van porque son delincuentes, se van porque no hay trabajos y hay problemas económicos”, dice la directora del Observatorio de la Violencia, Migdonia Ayestas.
Cuatro de cada diez hondureños buscan traficantes de personas o coyotes para poder emigrar, la segunda opción es por cuenta propia y en su mayor parte, son los ciudadanos procedentes del departamento de Atlántida que eligen irse de esta manera. Como tercera instancia, se van con visa y como una última opción escogen las caravanas.
Entre las conclusiones del estudio, Atlántida es el departamento con mayor porcentaje de personas que han migrado con un 80%, seguido del departamento de Cortés con un 77.3% y Francisco Morazán con un 73.3%.
La mayor parte de los migrantes se van del país por problemas económicos, no tanto por la falta de empleos, si no por los precarios salarios que no pueden cubrir todos los costos. Un 16% de los hondureños que fueron interrogados migran para reunificarse con sus familiares y un 6.7% por razones de inseguridad. Ayestas destaca que no migran por ser un asunto político o por seguir a personas de un partido.
Además la investigación reafirma que los que emigran no son una amenaza para ningún país, siendo una percepción equivocada que tienen a nivel internacional.
“Representan la fuerza laboral de los habitantes que van a estos países a ejercer o desarrollar labores que no quieren realizar. Los migrantes no son delincuentes, se van a buscar un futuro mejor, ser el motor de la economía”, agregó Ayestas.
Asimismo se ha evidenciado que tres de cada cuatro tienen un familiar que ha emigrado, al indagar en la relación de parentesco generalmente es el hermano, hijo, padre o pareja.
Las remesas enviadas constituyen el 20% del Producto Interno Bruto (PIB), que sostienen la economía del país y ayuda a sufragar los costos de la canasta básica, explica Ayestas.
“Cuando se les preguntó cómo se mandan remesas, en su mayoría respondieron que es a través del dinero constante en efectivo, en segundo momento mandando ropa y tecnología. La utilización de las remesas el 76% es para cubrir necesidades vitales”.
En cuanto a las razones por las cuales regresan las personas, Ayestas mencionó que no siempre son honestas. La mayor parte establecía que por cuenta propia y en segundo lugar, el 21.9% de los hondureños encuestados procedentes del departamento de Atlántida fueron deportados, el 14% de Cortés y el 17% de Francisco Morazán.