En una situación de vulnerabilidad e invisibilización se encuentra la niñez y adolescencia hondureña en situación de calle quienes durante la pandemia y con las dos tormentas que han afectado muchas zonas han quedado en el olvido por parte del Estado.
En el foro virtual “Situación de niñez sobreviviendo en calle en tiempos de Covid-19” organizado por el Bufete Estudios para la Dignidad, el director ejecutivo de Casa Alianza, Guadalupe Ruelas, señaló que no hay censos ni estudios para determinar cuantos viven en la calle.
“Otro problema que sufren es el subregistro e invisibilización. No hay un censo ni estudio que permita saber cuántos niños y niñas están en situación de calle. Las últimas estadísticas recopiladas en el 2012 muestran que 15 mil niños y niñas en San Pedro Sula y Tegucigalpa sobreviven en la calle”, explica Ruela.
Se estima que 400 mil niños y niñas entre las edades de cinco a 17 años son explotados de las peores formas de trabajo infantil.
El presidente del Comité de los Derechos del Niño, Luis Pederna, sostuvo que la desigualdad, las condiciones precarias de vida son factores que contribuyen a que no se garanticen los derechos económicos, sociales, culturales y se genere este fenómeno.
«El comité lamentaba la falta de información sobre la situación del niño, la falta de legislación y coordinación entre instituciones públicos y privados. El comité pidió al Estado elabore programas, un censo, enmiende las leyes que criminaliza y penaliza a los niños en situación de calle, evite la instucionalización y lleve a cabo programas de sensibilización para evitar discriminación», indicó.
Pandemia
El director ejecutivo de la Red Coiproden, Wilmer Vásquez, en su intervención añadió que el 34 por ciento de las personas que se han contagiado tienen la edad entre 0 a 30 años, de los cuales el siete por ciento son niños y niñas.
“El confinamiento incrementó el dengue, el abuso sexual y violencia generalizada si viven solos en la calle, la población viviendo en la calle, la niñez trabajadora”, expresó Vásquez.
Pederna expresó que “la pandemia nos ha demostrado que los mecanismos que teníamos para proteger y cuidar a los niños no sirven porque se han demostrado frágiles en el momento de la pandemia. Los niños van a salir más débiles en términos físicos y emocionales».
Asimismo, señaló que se presenció durante este tiempo de pandemia en diferentes lugares pero sobre todo en la región de América Latina, una retracción de los servicios de atención a la infancia.
Ruelas considera que las acciones de caridad no resuelven los problemas
«En Casa Alianza logramos brindar protección, oportunidades de desarrollo para salir de esta situación pero el sistema no ha cambiado. Estos niños y niñas regresan y se enfrentan a una situación igual. No hay políticas destinadas a transformar esta realidad», lamentó.
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