El epidemiólogo Fidel Barahona y el representante de Transparencia Internacional, Léster Ramírez, rechazaron la decisión del gobierno de Juan Orlando Hernández en ampliar el periodo de la Junta Interventora de Inversión Estratégica de Honduras (Investh) la que califican como un fracaso por no poner a operar los hospitales móviles comprador en Turquía.
Barahona, cuestionó en Cuarto Poder la decisión del Ejecutivo de extender el mandato de los interventores de Investh tras seis meses al mando del organismo y sin haber logrado el objetivo que es la puesta en marcha de los restantes seis hospitales móviles adquiridos desde marzo de 2020 para atender pacientes positivos al coronavirus.
“Desde ahora los voy a bautizar como la comisión de los tres joches porque todos se llaman José. Es una desfachatez presentar un informe y decir que uno de sus grandes logros es haber encontrado los hospitales, eso es la vergüenza más grande para un funcionario”, criticó.
Según el experto, el trabajo desempeñado por el triunvirato de Investh “lo pudo haber hecho una persona de secundaria” debido a que su único logro es haber logrado que los módulos hospitalarios ya se encuentren en el país aunque la mayoría no están instalados.
“No necesitábamos tener tres inventores haciendo ese trabajo y después salir diciendo que su gran éxito es haber encontrado esos hospitales. Les dio vergüenza y no les quedó de otra que tratar de ver de dónde traer todas esas latas de sardinas para poder cumplir con el contrato”, dijo.
Por su parte, Ramírez de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), detalló que la interventora solo rinde cuentas al gobierno siendo un indicador de la falta de respuesta a la sociedad.
“La junta interventora está trabajando para el gobierno, no para la población, ni para los médicos, ni las personas que se han enfermado de covid-19 ni para las personas damnificadas por los huracanes, es un trabajo únicamente para el gobierno”, comentó.
“Los interventores trabajan para el gobierno y no se le hha podido responder a la población, lastimosamente así es la forma de trabajar en Honduras y tanta junta interventora es un indicador de cuando el sistema gubernamental es disfuncional”, añadió.
Ramírez presagió que la corrupción que envuelve la compra de los recintos móviles quedará en la impunidad consecuencia de ser un año electoral donde se promoverán temas de distracción mientras sumado a los problemas que ya agobian al país.
Datos de la ASJ indican que en los últimos 15 años, los gobiernos de turno han creado 35 juntas interventoras y en los últimos ocho años de gobierno actual al menos nueve intervenciones, siendo la mayoría un fracaso.
“El propósito fundamental de una intervención es sanear a la institución que está viviendo una crisis profunda dado por mala administración, situaciones de corrupción, al día de hoy Investh sigue estando en crisis y continuará en crisis si no busca una solución a los hospitales móviles”, concluyó.