Una de las implicadas en el megafraude contra el Instituto Hondureño de Seguridad Social salió libre este sábado luego de cumplir la mitad de su condena y amparada en el nuevo Código Penal, que entró en vigencia en junio de 2020.
Ilse Vanessa Molina pudo hoy retirarse de la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), ubicado a unos 15 kilómetros al norte de la capital, dijo de manera lacónica a periodistas su apoderado Héctor Durán.
No obstante, el letrado declaró que su clienta permanecerá bajo régimen de libertad condicional, el cual solo abarca a quienes ya lograron servir más del 50 por ciento de la pena interpuesta por un juez; por tanto, deberá presentarse a firmar un libro de control en los juzgados de ejecución y no podrá salir de Honduras.
En tanto, la beneficiada con la medida apenas profirió algunas palabras, entre ellas que hablará muy pronto y que su retiro del presidio «es una victoria de dios».
Por ahora, la llamada palillona del IHSS permanecerá bajo control de su abogado, con la salvedad que no seguirá recluida en la cárcel de mujeres.
La también socia de la empresa de fachada Insumedic recibió una sentencia de 12 años y tres meses de cárcel, tras declararse culpable por lavado de dinero. En 2016, la sindicada decidió someterse al procedimiento de estricta conformidad, es decir, que admitió la comisión del ilícito a cambio de recibir reducción en la pena.
Con Molina, ya son tres las personas que lograron recobrar la libertad producto del escándalo surgido en 2015 y que obligó al Ministerio Público crear la Unidad Nacional de Apoyo Fiscal (UNAF) para comprender cómo se creó el entramado del saqueo de capitales del organismo de seguridad social.
Uno de los implicados fue el periodista deportivo Henry Gómez, quien recibió una sentencia menor a los cinco años de cárcel por blanqueo de capitales. Según el Ministerio Público, el comunicador aceptó haber recibido dinero saqueado del IHSS, «específicamente cuatro cheques que en total ascendían a 605 mil lempiras, los cuales fueron emitidos por las empresas fantasmas o fachadas Sumimed, Dipromedic e Inversiones Sarper».
Gómez declaró a un periódico capitalino que «los cheques que se dieron fueron por la suma de 600 mil lempiras que fueron cambiados en las instituciones y depositados en las cuentas de las personas que ya hemos dicho. Entonces no hubo aprovechamiento como la MACCIH lo quiere hacer ver».
Añadió que «yo tenía una empresa, que no es maletín. Se hacían trámites, entonces en esa intención de cobrar nuestros pagos y nuestros cheques fue que llegué al Seguro Social, porque se retrasaban cuatro meses u ocho meses en pagar».
Otra de las implicadas que salió en libertad en junio de 2017 fue Susette Atuán Rojas, hermana de Michelle Rojas, quien fue condenada por la sustracción de unos 290 millones de lempiras.
Por el saqueo de capitales se encuentran con condena el exdirector Mario Zelaya y el gerente administrativo José Ramón Bertetti.
