TEGUCIGALPA, Honduras
La Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh) declaró, a través de un comunicado, que no hay nada que celebrar en la conmemoración de los 224 años de la presencia en el país de los garífunas a causa de la violencia, criminalización, persecución y asesinatos que enfrentan.
“No hay nada que celebrar y manifestamos que después de más de dos siglos está presente la amenaza de un tercer destierro violento por medio de un plan genocidio contra el pueblo garífuna, siendo asesinados y otra gran cantidad abandonaron sus comunidades por la violencia generalizada, amenazas, criminalización y persecución en su contra”, cita el documento.
La comunidad garífuna acusa al gobierno de Juan Orlando Hernández por el aumento en la desaparición de líderes garífunas así como las agresiones violentas y la criminalización judicial contra otros.
“Exigimos un basta ya a las amenazas, persecuciones y criminalización de los y las líderes garífunas que defienden el territorio. Repudiamos las campañas de descredito y la estigmatización y señalamientos infundados en contra del pueblo garífuna”, denunciaron.
Dentro de las principales demandas que resaltaron está el retorno con vida de los líderes garífunas Snaider Centeno, Suami Mejía, Milton Martínez y Gerardo Tróchez, quienes fueron raptados por supuestos policías de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) desde el 18 de julio del año anterior, sin que hasta el momento se tenga información de su paradero y el curso de las investigaciones.
“Hoy no celebramos, luchamos y resistimos ante el racismo estructural e institucional. Este día recordamos nuestra historia que ha querido ser borrada de la memoria nacional pero que continúa presente y viva en la lucha y resistencia de nuestro pueblo”, detalla.
También, exigieron al Estado hondureño cumplir con la sentencia decretada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en 2015 a favor de las comunidades garífunas del Triunfo de la Cruz y Punta Piedra que reconoce los derechos de propiedad de los garífunas.
La defensora de los derechos humanos y ambientales de los garífunas, Miriam Miranda, reiteró que existe “un plan maquiavélico” contra la resistencia de los pueblos ancestrales del país y existe el interés de grupos de poder con la intención de desaparecerlos.
“Nos tienen sometidos entregando los recursos al mejor postor… Hay un plan maquiavélico de destruir toda la resistencia de la lucha de los pueblos garífunas; hay intereses en desaparecernos, de quitarnos de nuestro territorio. Hay una clase política asesina tras nosotros”, señaló.