BOGOTÁ, Colombia
El presidente de Colombia, Iván Duque, pidió el domingo al Congreso retirar el proyecto de la polémica reforma tributaria que, según el Gobierno, busca mitigar la crisis que provocó la pandemia, pero que ha generado críticas de la mayoría de los sectores políticos y continuas protestas durante cinco días en todo el país.
«Le solicito al Congreso de la República el retiro del proyecto radicado por el Ministerio de Hacienda y tramitar, de manera urgente, un nuevo proyecto, fruto de los consensos, y así evitar incertidumbre financiera», dijo Duque.
«La reforma no es un capricho. La reforma es una necesidad. Retirarla o no, no era la discusión. La verdadera discusión es poder garantizar la continuidad de programas sociales», agregó.
El mandatario también señaló que en los últimos días ha mantenido conversaciones con partidos políticos, la sociedad civil, alcaldes y gobernadores, y líderes del sector empresarial.
Algunas de las líneas que se han evaluado, según el presidente, «sobre las que existen principios de consenso son: Una sobre tasa de renta temporal a empresas, prorrogar el impuesto al patrimonio de forma temporal, incrementar el impuesto a los dividendos, transitoriamente, crear una sobretasa de renta a personas de mayores ingresos y profundizar programas de austeridad del Estado».
El mandatario señaló que el principio de la propuesta es que “los de mayor ingreso contribuyen solidariamente con los más vulnerables”.
Varios partidos políticos se han pronunciado sobre el llamado de Duque de manera positiva.
«Son los jóvenes, las organizaciones sociales y la ciudadanía movilizada quienes pusieron los muertos y derrotaron al Gobierno», dijo en su cuenta de Twitter el senador opositor Iván Cepeda.
«Que el Gobierno no vaya a presentar la misma reforma maquillada, la ciudadanía no aceptará engaños. Se requiere que los poderosos pongan recursos».
El senador del Partido Verde, Antonio Sanguino, manifestó que la decisión de Duque se traduce como un «inocultable triunfo de la movilización ciudadana».
El senador Richard Aguilar, del partido Cambio Radical manifestó en un video publicado en sus redes sociales que «el desafío es estabilizar el país y finanzas del Estado. El llamado a todos es a atemperar los ánimos y a construir camino para enfrentar la pobreza».
Por su parte, el senador opositor Gustavo Petro señaló que «el pueblo colombiano ha ganado, es suya esta victoria popular, ha aprendido la fuerza de su propia acción colectiva. Ha ganado en confianza en sî mismo y la posibilidad de cambiar la Historia», también en Twitter.
Sindicatos y organizaciones sociales convocaron el miércoles a la ciudadanía para exigir al Gobierno de Duque el retiro del proyecto.
No obstante, el mandatario negó la petición al argumentar que el proyecto era necesario e inaplazable para estabilizar las finanzas del país y mantener los programas sociales para ayudar a los más vulnerables.
Aunque se han presentado marchas pacíficas, las autoridades también han informado protestas que han generado disturbios y enfrentamientos entre los manifestantes y la fuerza pública, en los recientes días. Así como, según las autoridades, «actos de vandalismo», especialmente en las principales ciudades como Bogotá, Medellín y Cali.
Tras las protestas, el presidente Iván Duque anunció el sábado en una alocución que desplegaría a las fuerzas armadas “en centros urbanos donde existe un alto riesgo para la integridad de los ciudadanos”.
Dijo que acudirá a la figura de “asistencia militar” para combatir a quienes “por la vía de la violencia, el vandalismo y el terrorismo pretenden amedrentar a la sociedad y creen que por ese mecanismo doblegarán a las instituciones”.
Mientras tanto, el país cafetero pasa por una crítica ola de contagios de COVID-19. Durante esta semana, se registraron récords de muertes por el virus (alrededor de 500), con hospitales al borde del colapso y el personal de salud agotado. (VOA).