TEGUCIGALPA, Honduras
Como un gobierno depredador contra la sociedad calificó el sociólogo Eugenio Sosa la administración de Juan Orlando Hernández tras siete años en el poder.
El también catedrático universitario examinó la situación actual de país bajo el gobierno de Hernández al asegurar que existe un vacío de poder y la ausencia de un liderazgo que resuelva los problemas que enfrenta la ciudadanía.
“Lo que tenemos es un abandono total, es una inercia y no hay quién se ocupe de los grandes problemas nacionales; problemas de corrupción, una pandemia terriblemente dirigida, un proceso educativo colapsado, un retroceso brutal en términos de educación, que nos lleva a la idea que en el país hay un vacío de poder y la falta de liderazgo”, explicó.
El Estado, prosiguió el estudioso, funciona de manera clara a intereses que dañan y profundizan la crisis que padecen las personas como la venta de la soberanía y el territorio a través de las Zonas Especiales de Desarrollo Económico (ZEDE) o la amenaza a los sistemas de previsión social.
“Ahí el gobierno actúa, no está a la deriva, ahí no está dormido, está actuando. Lo que tenemos es un grupo gobernante depredador, una especie de Estado contra la sociedad y contra pueblo”, afirmó.
Reiteró que el gobierno de Hernández actúa contra el pueblo sin importarle nada siendo respaldado solo por un pequeño grupo de nacionalistas que reciben ayuda por medio de los programas de desarrollo social.
Además, expuso que la similitud entre los masivos éxodos de hondureños hacía el exterior y la solicitud de siete alcaldes al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para donarles inmunizantes contra el SARS-CoV-2 refleja que el pueblo busca la respuesta a sus demandas fuera del país porque “con este gobierno y con este régimen, no hay ninguna posibilidad de solución y se combina con la idea del país derrotado”.
Para Sosa, los últimos doce años son considerados la peor tragedia que ha enfrentado la ciudadanía que entró en un proceso de cansancio y desesperanza.
Concluyó que este gobierno está acostumbrado a desatender cualquier demanda y clamor popular y desechar cualquier tipo de diálogo a quienes se le delega las verdaderas demandas ciudadanas sentándose a la mesa solo con aquellos que están dispuestos a darle el visto bueno a sus mentiras.
