TEGUCIGALPA, Honduras
El precio de los combustibles en Honduras se congelará hasta el final de 2021 a través de un subsidio gubernamental, se confirmó este lunes, pero una experta advirtió que se trata de una jugada política.
Un total de 560 millones de lempiras destinará el gobierno hondureño para que no fluctúe el precio en bomba de los carburantes, anunció el mandatario Juan Orlando Hernández en una conferencia de prensa.
Hernández subrayó que las alzas constantes se deben a fenómenos internacionales y que las finanzas robustas del Estado son las que permiten afrontar la problemática.
El congelamiento aplicará para la gasolina superior y regular, así como el diésel, el carburante más utilizado por los hondureños, según expertos. Sin embargo, no se subsidiará el keroseno ni el LPG vehicular.
«Estas medidas son encaminadas a tener una estabilidad de precios y que el impacto de los aumentos en las últimas semanas no siga afectando la economía del país», expuso la directora de la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productos del Petróleo (Ahdippe), Saraí Silva.
Empero, la expresidenta de la Coalición Patriótica, Juliette Handal, desestimó el anuncio gubernamental y lo calificó como una jugada política.
«Esto es un espejismo más de los que se acostumbra a hacer cuando se acerca un proceso electoral», expresó la también empresaria.
Por el mismo lado, cuestionó que el Poder Ejecutivo sí dispone recursos para un tema que le beneficia de cara a las elecciones generales, pero ha «mendigado» para conseguir vacunas contra covid-19.
Asimismo, advirtió que el congelamiento a los combustibles terminará siendo pagado por el propio pueblo.
«En lugar de dar ese subsidio, que vamos a terminar pagando los hondureños, deberían corregir ese costo inflado en el precio internacional», aseveró.
Además, cuestionó que las autoridades no han demostrado interés por desarrollar un mecanismo que transparente la adquisición de combustibles en el país.
El doctor en economía, Henry Rodríguez, expuso días atrás a este medio que detener los aumentos sería una medida viable y oportuna, pero si el gobierno cedía en su ambición de generar jugosas ganancias con el rubro.
Apuntó que el Ejecutivo percibe una tasa fija de 28 lempiras por la venta de carburante.
Después de seis incrementos al hilo, actualmente se desembolsan 105.53 lempiras por el galón de gasolina «súper», 98.22 por el de gasolina regular y 87.55 por el mismo volumen de diésel.
El congelamiento más reciente a la estructura de precios de los combustibles se registró a finales de 2017.
De igual forma se produjo uno en 2014, momento en el que se alcanzaron número históricos en el país y la gasolina súper llegó a costar más de 108 lempiras.
