TEGUCIGALPA, Honduras
Otorgar subsidios no una verdadera solución para atender el alza a la tarifa de la energía eléctrica y, más bien, los recursos del Estado para ese fin deberían destinarse a acciones que garanticen una mejor calidad de vida para los hondureños, valoraron expertos del rubro energético.
El asesor en temas de energía del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Salomón Ordóñez, indicó que el gobierno actual aprobó los congelamientos a la tarifa el año anterior en búsqueda de que los nacionalistas fueran favorecidos en las elecciones.
«Estamos viendo los resultados de esas malas decisiones para taparle el ojo al macho congelando la tarifa con fines políticos, probando a ver si podían influenciar las elecciones», aseveró.
En tal sentido, opinó que si la nueva administración estima conveniente dar más subsidios, debe hacerlo solo a una parte de la población, aunque, igualmente, no sería la opción idónea.
Apuntó que es razonable que el gobierno piense en ayudar a la comunidad de consumidores de energía eléctrica que son de bajos ingresos, que sufrieron marcados efectos de la pandemia y de los fenómenos tropicales Eta y Iota, además de que tienen dificultad para conseguir un empleo.
Sin embargo, señaló que para otorgar un subsidio se requiere una gran cantidad de fondos estatales y, decantándose por esa opción, las autoridades dejan de pensar en otras medidas que ayudarían al desarrollo integral de las personas y les permitirían, eventualmente, tener la capacidad para pagar lo establecido en el pliego tarifario energético.
«Todos los hondureños nos debemos de preocupar porque se generen empleos más que por subsidios. Cada vez que hay subsidios el Estado toma fondos que dejan de ser usados en otras finalidades que son críticas para darle una mejor calidad de vida a los hondureños, como hospitales, escuelas, infraestructura y trabajos dignos que generen suficiente ingreso para pagar la tarifa y otras cosas», expuso.
Subrayó, a su vez, que el congelamiento de las tarifas no resuelve el problema, sino que lo posterga para después y la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) no tiene la sostenibilidad para acoger, aunque sea temporalmente, el impacto económico.
«La ENEE no puede ser usada como caja para dar subsidios y no tiene capacidad para hacerlo porque no puede cubrir sus demandas», sentenció.
HUNDIENDO MÁS LA ENEE. Por el mismo lado, el exgerente de la ENEE, Manuel Arriaga Yacamán, criticó que un nuevo congelamiento representa una fuerte carga económica en perjuicio directo de la estatal eléctrica debido a que el gobierno central tendría que asumirla, pero este no cumple en tiempo y forma con sus responsabilidades.
«El Estado es bueno para subsidiar, pero no pagar pagar y es el principal moroso que tiene la ENEE. Debería transferir el dinero inmediatamente para que la estatal eléctrica cumpla sus compromisos con los generadores y otros proveedores», expresó.
El experto estimó que el subsidio para enero, febrero y marzo del año en curso representaría un impacto de mil millones de lempiras a la entidad encargada de la comercialización de la energía eléctrica.
Asimismo, indicó que para los subsidios del tercer y cuarto trimestre de 2021 la entidad pública asumió el golpe de unos mil 220 millones de la moneda nacional, por lo que, entre los tres subsidios, la ENEE se encargaría de erogar más de dos mil 200 millones.
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