TEGUCIGALPA, Honduras
Entre algarabía, aplausos y una valla formada por ciudadanos, ingresó la presidenta Xiomara Castro a la ermita de Suyapa como primer acto protocolario para la toma de posesión.
Aunque Honduras es considerado un Estado laico, Castro, durante su campaña electoral prometió que la primera acción que haría el día del traspaso de mando es agradecer a Dios por la confianza que depositó el soberano en ella.
En retiradas ocasiones insistió que su creencia religiosa está orientada a la iglesia católica.
“Primero es Dios y después es el pueblo, el cual está feliz celebrando la instalación de una nueva democracia”, acotó.
BENDICIÓN. La celebración religiosa fue presidida por el obispo sampedrano y presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras, Ángel Garachana, quien citó la oración del Rey David para gobernar a la población, en referencia al acto gubernamental de este día.
“En las grandes tradiciones de los pueblos, sabio es la persona que tiene experiencia de la vida a través de la cercanía de la población, atendiendo sus necesidades y distingue que proyecto es bueno para favorecer su pueblo”, expresó.
Durante el evento religioso, Garachana realizó una oración ante la virgen de Suyapa, encomendando la administración de Castro.
Asimismo, la presidenta depositó una ofrenda en la iglesia como parte de su agradecimiento a Dios.
La celebración contó con la presencia de la familia Zelaya Castro, miembros del gabinete de gobierno, designados presidenciales y diputados del Congreso Nacional.
Luego de recibir la bendición del divino creador, la presidenta Castro procedió a retirarse del templo y emprender su recorrido por las calles de Tegucigalpa para recibir el traspaso de mando del país.
