TEGUCIGALPA, Honduras
No hagas cosas buenas que parezcan malas. Ese adagio popular suele caer «como anillo al dedo» al diputado oficialista Mauricio Rivera, quien demostró a todo el mundo que le propuso matrimonio a su prometida Ivette Bulnes, pero se le pasó la mano al publicar en redes sociales su peculiar forma de comprometerse.
Y es que Rivera, actual representante de Libertad y Refundación (Libre) por Choluteca, es víctima de cruentos comentarios de los cibernautas porque consideraron que es una ofensa semejante idea y otros se preguntaron sobre los gastos en que incurrió para pedir a su amada que sea su compañera de vida.
Hace algunos días se quejó que lo 92 mil lempiras de sueldo mensual «hace maravillas y milagros» para subsistir y quizá no sepa que el salario mínimo promedio del hondureño a pie es de 10 mil lempiras. Tales hechos y comentarios son objeto de comentarios ácidos y mordaces de aquellos que tienen que ingeniárselas para llegar a fin de mes con el poco ingreso que suelen recibir por jornadas de trabajo maratónicas.
«¿No qué no le alcanza el sueldito de 92 mil lempiras? Pues si andar en helicóptero son tres mil lempiras, ese anillo se ve barato unos 10 mil (lempiras, por mucho) y las flores mil pesitos. A nadie le ajusta el sueldo dándose estos lujos, pero aproveche porque no lo va a volver a probar», comentó una enardecida ciudadana.
Otros apuntaron que el parlamentario debe aclarar con qué fondos costeó la romántica propuesta matrimonial, ya que la renta de un helicóptero por una hora ronda entre los 28 mil a los 30 mil lempiras.
El congresista posteó en sus redes sociales estar feliz de haberse comprometido con su novia, con la cual lleva varios años de noviazgo.
«Hemos decidido unir nuestros caminos, para juntos construir una vida llena de amor y felicidad. Para amarnos, cuidarnos y respetarnos de por vida, ¡Nos Casamos! Te amo mi, Iveth Bulnes. Contigo ¡Si, hasta viejitos!», expresó.
Al respecto, Bulnes respondió «hoy le di el sí al amor de mi vida. A Dios le agrada lo correcto y hoy decidimos unir nuestras vidas, para juntos caminar de la mano llenos de amor y felicidad, poniendo a Dios como el centro de nuestras vidas».