TEGUCIGALPA, Honduras
La embajadora de EE.UU. en Honduras Laura Farnsworth Dogu expresó su preocupación por la reforma energética que ha planteado el gobierno de la presidenta, Xiomara Castro, arguyendo que es crítica para el desarrollo económico del país.
Afirmó que la Embajada de EE.UU. está analizando el proyecto y «como escrito nos preocupa el efecto que tendrá sobre la inversión extranjera».
«La reforma energética es crítica para el desarrollo económico. Estamos analizando la propuesta energética y como escrito nos preocupa el efecto que tendrá sobre la inversión extranjera y la independencia de la agencia reguladora», acotó.
Esta postura de la diplomática norteamericana encendió las del gobierno y el primero en responder fue el canciller Eduardo Enrique Reina, quien defendió la reforma energética, calificándola como «urgente para el Estado».
Señaló que «nos preocupa su desacertada opinión sobre política interna del país, la que no contribuye a las buenas relaciones con EE.UU.».
«Señora embajadora usted ha sido recibida con los brazos abiertos. La reforma energética es urgente como Estado, combate una situación heredada -del gobierno anterior- de corrupción y pobreza. Nos preocupa su desacertada opinión sobre política interna, la que no contribuye a las buenas relaciones con EE.UU.», acotó.
Dejó claro que las relaciones con la nación del norte siguen intactas, pero «debemos alejar cualquier temor de que la relación se complique, al contrario creo que mantenemos un lenguaje muy franco y directo con Estados Unidos».
El diplomático hondureño aseguró que sostuvo una comunicación privada con la embajadora estadounidense, en el que «cordialmente hablamos de que estos mecanismos de conversación se deben mantener a los niveles adecuados».
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DEFIENDEN REFORMA. Tras las palabras de la embajadora el diputado oficialista Ramón Barrios dijo que la reforma a la Ley General de la Industria Eléctrica.
«La embajada del gran imperio del norte, nunca consideraron crítico que durante los últimos 12 años, se haya deteriorado la democracia y la institucionalidad en Honduras, avalaron a quienes convirtieron a nuestro país en un narcoestado», declaró.
Añadió que «la reforma energética rescata la soberanía del pueblo hondureño, sobre un bien público de seguridad nacional y un derecho humano de naturaleza social».
Indicó que «es un asunto estrictamente hondureño y rechazamos cualquier injerencia extranjera en el asunto».
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