TEGUCIGALPA, Honduras
(Por Selvin Sánchez) Los reconocimientos a los defensores del medio ambiente, en diferentes ocasiones, pasan desapercibidos mediáticamente y la ciudadanía, a menudo no logra comprender la lucha e historia que existe detrás de un galardón y la sangre derramada por quienes solo quisieron hacer las cosas bien.
El pasado 26 de octubre, el líder indígena Reinaldo Barahona Reyes recibió el Premio Nacional Carlos Escaleras, en su séptima edición otorgado por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC SJ).
Este reconocimiento se realiza en conmemoración del ambientalista, Carlos Escaleras, quien fue asesinado en 1997 y que 21 años después del hecho violento el Estado de Honduras reconoció su responsabilidad ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
Barahona comenzó su lucha en 2009, momento en el cual se suscitaron conflictos entre comunidades indígenas y grupos de poder. Desde entonces en diversas ocasiones se ha opuesto a la tala ilegal y minería.
En 2018 fue nombrado secretario de Consejo Tribal Tolupán de Las Vegas de Tepemechín del municipio de Victoria, en Yoro, seguidamente en 2021 empezó a fungir como el líder de la comunidad.
Cabe destacar que Barahona fue galardonado entre once candidaturas de comunidades y personajes hondureños que han dedicado su vida al bienestar de los recursos naturales del país.
“Me encantaría seguir en estas luchas, no por un año sino por muchos y seguir sembrando en cada conciencia de mis representados, gente humilde que continúe en estas luchas”, expresó Barahona en su intervención tras obtener el premio.
Asimismo, señaló que con todas las dificultades que ha pasado, él expresó sentirse contento con los resultados obtenidos.
“Las luchas se llevan en el corazón se hacen en nuestro territorio, como lo hemos hecho, durmiendo en el monte y correr tras ser perseguidos. No es algo fácil, pero al siguiente día al ver que todavía estamos con vida y respiramos, sabemos que tenemos que estar en estas luchas porque no las podemos dejar”, aseguró.
Este medio de comunicación tuvo la oportunidad de conversar con Barahona, a quién destacamos como un hondureño a pulso, nos contó parte su caminar en esta labor social.
“Es una experiencia grande, ha crecido el amor por nuestro territorio y reconocimiento a esas personas que oía mentar por ser defensores. Ahora que estoy en la lucha veo que es difícil y lo más terrible es que no tenemos respuesta del gobierno”, declaró.
Precisó que no ha enfrentado ningún proceso judicial, pero sí ha sido víctima de la criminalización por estar en contra de algunos proyectos e incluso informó que tiene amenazas a muerte, lo cual es del conocimiento de organismos de DDHH.
“Actualmente tengo amenazas a muerte por personas desconocidas que entran en carros a la tribu. Sí, temo por mi familia… He tenido cuatro atentados a muerte y cerca de doce amenazas a muerte, sin mencionar las que hacen verbal”, reiteró.
Al ser consultado por cuál es su mayor en la lucha que emprende, respondió lo siguiente: “el temor que tenemos es que nos contaminen los ríos y arroyos o que nos contaminen el bosque”.
Asimismo, aprovechó para hacerle un llamado al gobierno que preside Xiomara Castro.
“Esperamos que cumpla con la promesa en defensa de los pueblos indígenas originarios, que los tome como un orgullo y que la fiscalía dé respuesta a las denuncias que hacemos”, dijo.
Barahona enfatizó que el premio obtenido le da fuerza a él y su comunidad por continuar en la lucha, la cual ha beneficiado a la población tolupán.