TEGUCIGALPA, Honduras
Al cumplirse nueve meses del asesinato del ambientalista y regidor municipal de Tocoa, Juan Antonio López, el sacerdote jesuita Ismael Moreno, conocido como padre Melo, alzó la voz en redes sociales para denunciar la inacción del Ministerio Público y del gobierno hondureño, exigiendo respuestas claras sobre los autores intelectuales del crimen.
Juan López fue asesinado el 27 de septiembre de 2024, tras recibir múltiples impactos de bala al salir de una actividad religiosa en su comunidad.
Su muerte se suma a la larga lista de líderes sociales y defensores del medio ambiente que han sido víctimas de la violencia en el país, en especial en la conflictiva zona del Bajo Aguán, donde persisten disputas por tierras y proyectos extractivos.
El sacerdote también recordó que la Conferencia Episcopal de Honduras ha exigido justicia de manera pública, al igual que numerosos movimientos sociales que han acompañado el clamor popular por esclarecer el crimen. Incluso, señaló que el papa Francisco, en vida, también había hecho un llamado a proteger a los defensores del medio ambiente.
Desde su asesinato, diversos sectores nacionales e internacionales han denunciado que el crimen de Juan López podría estar vinculado a su labor en defensa del medio ambiente y los recursos naturales en Tocoa, Colón, una región marcada por la conflictividad socioambiental.
Pese a la presión mediática y social, las autoridades no han presentado avances sustanciales en la identificación de los autores materiales e intelectuales del crimen, lo que ha generado sospechas de encubrimiento y complicidad estatal.