TEGUCIGALPA, Honduras
En un país marcado por la desigualdad histórica, la candidata presidencial por el Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada planteó algo más que una candidatura, propuso un cambio estructural cimentado en la justicia social y en la voluntad popular.
Durante un conversatorio con actores populares, Moncada compartió su visión de país, haciendo énfasis en la necesidad de desmontar el modelo económico actual para construir uno verdaderamente incluyente, “Honduras aún tiene futuro, pero ese futuro requiere de transformaciones profundas”.
Lejos de promesas vacías, Moncada hablo de disciplina, organización y compromiso y a su vez señaló que las consecuencias de décadas de corrupción y exclusión no se superan con discursos, sino con trabajo constante y el respaldo de un pueblo consciente y movilizado.
La aspirante presidencial también puso en valor el rol de los actores populares a quienes calificó como el motor oculto que ha sostenido la economía hondureña en medio de la adversidad.
“Son políticas económicas, sociales y de organización que han servido para perpetuar la concentración de la riqueza en unos pocos. Nuestra propuesta va en dirección contraria busca la justicia y la equidad”, expresó Moncada.
En ese sentido, su propuesta no solo apunta a la transformación económica, sino a un nuevo pacto social que devuelve la dignidad a quienes por años han sido excluidos del desarrollo.
Moncada enfatizó que democratizar la economía implica revisar las reglas del juego desde sus raíces y construir un país donde el bienestar no sea privilegio sino derecho.
Este encuentro con las bases populares no fue solo una presentación de ideas, sino un acto de conexión con quienes han sido protagonistas silenciados de la historia por lo que Moncada apuesta por un liderazgo que escucha, reconoce y actúa con responsabilidad política.
