TEGUCIGALPA, Honduras
La secretaria de Seguridad Interna de EE.UU., Kristi Noem, llegó este miércoles a Honduras como parte de una gira regional centrada en migración, seguridad fronteriza y lucha contra el crimen organizado. Su visita forma parte de un esfuerzo del gobierno estadounidense por fortalecer los vínculos con Centroamérica ante el creciente desafío migratorio.
Durante su visita oficial, Noem sostendrá una reunión con la presidenta Xiomara Castro y el canciller Javier Bu Soto, de acuerdo con el vicecanciller Gerardo Torres.
En el encuentro se abordarán mecanismos de cooperación para enfrentar redes de tráfico de personas, narcotráfico y otras amenazas transnacionales que afectan la región.
Uno de los ejes centrales de la agenda es la migración, en donde se discutirá el retorno de hondureños desde EE.UU., así como casos de migrantes de terceros países que transitan por el territorio hondureño, como los venezolanos que recientemente fueron repatriados desde Guantánamo.
Las autoridades hondureñas buscan asegurar un trato digno para los ciudadanos y garantías de debido proceso en cualquier procedimiento de deportación.
Asimismo, se espera que el gobierno hondureño exponga su interés en lograr una ampliación del Estatus de Protección Temporal (TPS), mantener el flujo de remesas sin restricciones y proteger los derechos de los migrantes forzados, muchos de ellos sin documentación regular.
Los funcionarios hondureños también plantearán la necesidad de una cooperación más profunda para atender las causas estructurales de la migración forzada como la pobreza, la inseguridad y la falta de oportunidades.
En ese sentido, han reiterado la propuesta de un pacto continental de solidaridad que permita una cooperación equitativa entre Estados desarrollados y en vías de desarrollo.
La visita de Noem, figura clave en la política migratoria de Washington marca un momento relevante en la relación bilateral. Para el gobierno representa una oportunidad para reafirmar su compromiso con la migración ordenada y segura; así como para exigir un enfoque más humano y justo hacia los migrantes hondureños en suelo estadounidense.