Choluteca es uno de los departamentos más importantes del país. Su cabecera municipal, Choluteca, es la ciudad más grande del sur de Honduras y está llena de historia precolombina. Los Chorotegas fue un pueblo comerciante emparentado de los Toltecas.
La herencia española aún es visible en la arquitectura colonial de su casco histórico. El primer presidente de Honduras nació en Choluteca. Su gran potencial económico se debe desde hace tiempos a la agroindustria.
Para sus visitantes, su geografía e historia ofrece una gran oferta turística, playas, manglares, sitios arqueológicos con pinturas rupestres y petroglifos (grabados en piedra), entre otras zonas que fueron de gran importancia en Mesoamérica.
Su clima varía según la zona: desde la calidez hasta lugares fríos y frescos. También ocurren fenómenos espectaculares como sus atardeceres muy coloridos donde podemos ver el sol cambiar de color. En esta época del año se tiñe de rojo. Y debido a que aún la ciudad está en ese punto de evitar que el vértigo de la modernización y de su acelerado ritmo industrial, no hay tanta inseguridad como en otras ciudades del país, las que fueron devoradas por sí mismas al no prever su crecimiento y consecuencias. Aún está a tiempo de resistir la agresión y el estrés de la vida urbana.
Muchas ciudades latinoamericanas fueron víctimas de una incesante expansión no prevista que originó desorden vial y urbanístico y la violencia. Santiago de Chile, San Pedro Sula, para poner dos ejemplos. Aún se está a tiempo de saber administrar los recursos y evitar asentamientos precarios y barrios emergentes que conlleven a vivir en ciudades cuya situación de seguridad ciudadana las ha convertido en enormes cárceles divididas ya no en barrios o colonias sino en distritos.
Hay indicadores que nos muestran los vínculos entre los valores o antivalores culturales y la violencia. Indicadores que reflejan la presencia de la juventud en su acción formativa, dado que Honduras experimenta un cambio demográfico que según proyecciones en los próximos diez años, el 85% de la población tendrá menos de veinte y cinco (25) años.
En el caso específico de Choluteca, que cuenta con una innumerable oferta hotelera, debería incluirse en sus ofertas turísticas una ruta cultural museográfica y arqueológica, como otros países y ciudades lo han implementado.
Es sabido que no hay actividad turística que se desarrolle sin el contexto cultural. Es decir, que en cualquier clase de turismo que se realiza siempre hay un tipo de contacto con la cultura visitada, contacto entre turista e historia y cultura que se incrementará a medida que el patrimonio, las costumbres y las actividades de las comunidades rurales y urbanas se asuman como recurso para el despliegue de actividades turísticas, que tendrán un gran impacto en el sector económico, como apuntan muchos estudios de instituciones privadas y gubernamentales sobre el dinero que generan sectores de servicio en turismo y cultura.
La cultura otorga entonces, un valor agregado al producto turístico y lo convierte en una industria cultural en la cual libros, revistas, espectáculos de luz y sonido, videos reinventan los paisajes culturales, aumentando el atractivo de la ciudad colonial.
Los turistas cuando viajan suelen visitar aquello de lo que carecen en su país. De la misma manera que las autoridades están redescubriendo sitios arqueológicos en La Mosquitia, Choluteca podría redescubrir esos sitios que atraigan al turista o a los investigadores.
Existen puntos focales como Copán Ruinas, las Cuevas de Talgua (Olancho), las cuevas de Taulabé (Cortés), Sitio arqueológico Currusté, Museo de Antropología e Historia, Museo de la Naturaleza, Museo del Niño (San Pedro Sula) o los fuertes coloniales en Omoa y Gracias.
Para ello, deben crearse las condiciones de seguridad para que los hoteles ofrezcan en sus paquetes turísticos culturales recorridos por museos (que deberán crearse) y zonas arqueológicas (como cuevas, arte rupestre, pictogramas y piedras talladas como las que se encuentran entre Marcovia, Orocuina y El Triunfo) y las de valor patrimonial (arquitectura colonial).
En la Zona Metropolitana del Valle de Sula, las mesas regionales de turismo están implementando un proyecto de creación de museos en cada ciudad, lo cual supondrá una ruta atractiva. Doce de los veinte municipios que conforman la zona se han unido al proyecto y han ubicado ya lugares que servirán para establecer los museos.
Uno de los procesos para crear planes operativos estratégicos que integren a toda la comunidad es la habilitación del espacio de la Casa de la Cultura, que aún se encuentra en proceso de concluirla. Bien se pueden crear convenios entre empresa privada y gobierno municipal para que por medio de la RSE puedan destinarse fondos para su restauración.
Una Casa de la Cultura es un tipo de casa de convivencia e intercambio cultural donde se conoce al vecino, y como dice el dicho: «vecino que se conoce, no se mata». Lo que equivale a decir que podría evitarse que la violencia eleve sus índices.
Por otra parte, por el sector de servicios, en los subsectores mayoristas y de turismo, son los que más empleo generan en el sector, según indicadores de analistas. Y el subsector turismo, que depende de la cultura, adicionalmente acarrea beneficios para otros subsectores como ser telecomunicaciones y transporte.
El sector de turismo genera divisas y facilita el encadenamiento con otros sectores. El subsector de turismo generó divisas al país por el orden de 650 millones de dólares equivalentes al 100% de divisas generadas en el sector de servicios.
La Organización Mundial de Turismo (OIM) define el turismo sostenible como «un modelo de desarrollo económico concebido para mejorar la calidad de vida de la comunidad receptora, para facilitar al visitante una experiencia de alta calidad y mantener la calidad del medio ambiente, del que tanto la comunidad anfitriona como los visitantes dependen».
La cultura incluye los encantos culinarios, artes, expresiones, arquitectura, costumbres, entre otras.
La zona sur de Honduras ofrece una variedad de opciones turísticas que complementan a la oferta de la costa norte. En esta zona, destaca el Golfo de Fonseca, una enorme bahía compartida entre El Salvador, Honduras y Nicaragua, que con sus verdes y exuberantes canales de manglares, playas de arena negra y poblaciones históricas le darán la oportunidad de conocer otra cara de Honduras. Esta región del país la comparten los departamentos de Choluteca y Valle, y forman parte de una de las regiones con más influencia colonial en Honduras.
Un museo que exponga las piezas que han sido encontradas, las de jade, ocarinas, piedras esculpidas y vasijas. Choluteca es un paraíso turístico y cultural, y está en un momento de su historia en el que puede recuperar su memoria ancestral y comenzar a generar más divisas a la región como parte de su oferta turística y cultural.
Para finalizar, una palabra en lengua chorotega, «ngumu», que significa «madre», en despedida del mes que pasó.