El modelo criminalístico (o los modelos) no prescriben, muchas veces solo modifican un patrón para diferenciarse, cambian pequeños elementos pero dejan aquello que los diferencia. El triángulo norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala) es una región asolada por la violencia, hasta el punto de dejar señales que se convierten en avisos para el rival o para intimidar a la población. En los últimos años, la macabra moda de encostalar cuerpos se convirtió en una señal de disputa de territorios o plazas de la droga, los asesinos pasaron de solamente tirar los cuerpos a la orilla de la carretera a encostalarlos y dejarlos en zonas poco habitadas pero transitadas. Esa «moda» o Modus operandi, parece haber llegado a Nicaragua, un país que dista mucho de las estadísticas de la violencia del triángulo norte que según las últimas estadísticas de la región parece ir en aumento en importancia para los carteles de la droga.
El portal 100noticias.com.ni. de la vecina Nicaragua reporta el hallazgo de dos cuerpos enconstalados en la comunidad de Palanca, Quilalí. Esa forma de dejar los cuerpos no suele verse en la vecina Nicaragua. De manera extraoficial se supo que las personas muertas encontradas en un saco a orillas de una poza en la comunidad de La Palanca, en Quilalí, Nueva Segovia, se tratan de madre e hijo.
Las víctimas son Catalina Jeannette Navarrete García, 25 años, y su hijo Héctor José Calero García, 6 años, reporta la noticia, indicando que fallecieron aparentemente asesinados a machetazos. La madre fue decapitada y su cuerpo estaba prácticamente desnudo; mientras que el niño fue asfixiado, y estaba sin camisa.
Según detalla el medio Radio Ya, el Médico Forense, Pedro Matute, indicó que las víctimas tenían entre 6 y 8 días de fallecidos.
Los cadáveres fueron encontrados el pasado viernes; y se presume que son originarios de la comunidad Linda Vista del Socorro, sector anexo a La Palanca, en donde el menor cursaba el primer grado de primaria.
Auxilio judicial de la Policía en Nueva Segovia se encuentra en el lugar realizando las investigaciones del caso.
La Policía Nacional informó este domingo la detención de seis personas sospechosas del crimen de Catalina Jeaneth Navarrete García (32) y su hijo Héctor José Calero Navarrete (6), que fueron lanzados a un río en la comunidad La Palanca, municipio de Quilalí.
En un informe divulgado por medios oficialistas, la Policía señala que entre los detenidos se encuentra el esposo de la víctima, Nedic Jadiel Cruz López, de 38 años.
Jadiel -según la Policía Nacional-, es consumidor de marihuana y residió en Estados Unidos.
Según El 19 Digital, al momento de su detención se le ocuparon 4 sacos similares al que contenía los cadáveres, además de ropa y machete con manchas de sangre.
Los cadáveres de dos personas fueron encontraron dentro de un saco color rojo y según el dictamen del médico forense, éstos tenían entre 6 y 8 días de fallecidos, presentando heridas de machete en cuerpo: la mujer estaba decapitada y el niño murió asfixiado.
Fuente: 100%noticias.com.ni