Por Carlos Paz, Joan Suazo y Nincy Perdomo
Una noche de fiesta convertida en tragedia y luego en misterio. Cuatro jóvenes detenidos, uno prófugo, y un asesinato que aún está por esclarecerse, y que ha conmocionado a la opinión pública.
Un dos de marzo de 1997 vino al mundo Carlos Emilio Collier Núñez, quien no quiso esperar llegar al hospital y nació en el interior de un automóvil en las cercanías del Aeropuerto Nacional de Toncontín al sur de la capital de Honduras. Quien además, trágicamente y hasta ahora en misteriosas circunstancias, falleció dentro de un vehículo producto de tres impactos de bala el pasado miércoles 11 de octubre en la colonia Loarque, también del sector sur de la capital.
Este de ninguna forma puede ser considerado como un crimen más de los muchos que ocurren en esa ciudad, ya que al momento de su muerte, Collier se encontraba en compañía de al menos 5 amigos, quienes alegan que este se suicidó.
Su familia y el Ministerio Público lo califican como un homicidio.
Los hechos conocidos
Ese miércoles, Collier estuvo en una reunión en las cercanías de su casa en la colonia Río Grande, en compañía de sus vecinos Elías Taufic Chaín (28), Carlos Alfredo Alvarenga (26), James Alexander O’Connor Márquez (24), uno de sus mejores amigos José Carlos Zamora (19), y Olga María López Ferrufino (22), quien era la única que no residía en la zona.
A eso de las 9 de la noche regresó a su casa, pero un rato después Alvarenga, a quien le dicen “Susano”, fue a buscarlo para que continuaran departiendo.
Collier pidió permiso a su padre hasta que este se lo otorgó, sin saber que sería la última vez que vería con vida a su hijo.
Tatiana Núñez, madre de Collier, le llamaba cariñosamente Carlitos.
Ella relató: “Él se vino acá a la casa de su papá, y luego ese muchacho Susano lo vino a buscar. Carlitos le pidió permiso y le rogó hasta que lo dejó salir, diciéndole su padre, bueno, pero regresas rápido y no regresó”.
Abordaron el vehículo que manejaba O’Connor, un Suzuki color azul. En el asiento delantero iba Olga, mientras que atrás se acomodaron los otros 4 ocupantes y se dirigieron a una licorera para reabastecerse de bebida.
En un video publicado en las redes sociales se puede comprobar que había un buen ambiente; el típico que se mantiene entre amigos y jóvenes que se reúnen para compartir un rato agradable. Habría sido imposible para cualquiera vaticinar que esta era la víspera de una tragedia.
A eso de las once y media de la noche, apenas dos horas depués de haberse despedido de su padre, Taufic Chaín llegó a la casa de Collier, visiblemente exaltado, e informó que Carlitos había muerto, diciendo que se había suicidado e indicando que su cadáver estaba en un basurero en una calle secundaria que conecta la colonia Loarque con el Anillo Periférico.
En veloz carrera su padre junto a su hermano fueron a buscarlo, encontrando su cadáver envuelto en una sábana, tirado en el basurero, donde sus supuestos amigos lo habían dejado abandonado, lo recogieron y lo trasladaron a su casa y procedieron a llamar a las autoridades a través del 911.
Al llegar las autoridades constataron que el cuerpo tenía al menos tres orificios de bala, descartando inmediatamente la hipótesis del suicidio, por lo que dieron detención a los jóvenes Taufic Chaín, Alvarenga alias “Susano” y Olga López, quienes estuvieron con Collier y seguían ahí presentes.
El día siguiente fue detenido O’Connor. Zamora, hasta el día de hoy, continúa prófugo y con orden de captura por el delito de asesinato.
Uno de los parientes de Collier, que estaba presente durante el levantamiento del cadáver dijo: “Los otros muchachos presentaban una actitud fría mientras la policía realizaba la inspección, nunca voy a olvidar la expresión de desprecio e incluso risas que hacía la muchacha, hasta que los detuvieron”.
Las dos versiones
Los detenidos aseguran que Collier se suicidó disparándose en la cabeza, en una nota de voz que presuntamente Zamora envía dice, “Carlos Collier se pegó un tiro en el morro ahorita y se murió, se lo pegó y se murió Sara”.
Esta versión de los imputados, hasta el momento carece de sustento debido a las heridas en su cuello y cabeza producto de los disparos, que terminaron impactando en el techo y vidrio del vehículo Suzuki azul.
Según la versión del Ministerio Público en base a las investigaciones de la Dirección de Investigación Policial (DPI), mientras se conducían en el vehículo Collier empezó a discutir con otro de los ocupantes quien sacó una pistola y en un forcejeo por quedarse con el arma, el otro le disparó a Collier, dándole muerte.
Sus supuestos amigos decidieron dejar el cadáver envuelto en una sábana en un basurero, y se pusieron de acuerdo para decir que había sido un suicidio.
José Carlos Zamora, prófugo y pieza clave en la investigación
Desde que fueron a tirar el cadáver, es nula la información que se tiene sobre José Carlos Zamora, quien era el mejor amigo de Collier y está prófugo de la justicia.
Núñez, la madre de Collier, recuerda que su hijo por lo general se expresaba de él como “su mejor amigo, o aún más, su hermano”, que éste siempre lo acompañaba, se quedaba en su casa y compartían gran cantidad de tiempo juntos.
“Era amigos de aquí de la colonia, Carlitos lo trataba como su hermano, yo le he pedido por todos los medios (a Zamora) que se entregue, es necesario que explique lo que pasó, que diga la verdad, estoy segura que mi hijo nunca hubiera dejado que le pasara eso a él, nuevamente le pido que regrese, que se entregue”, agregó Núñez.
Inconformidad con la resolución judicial
El pasado jueves 19 de octubre se celebró la audiencia inicial en contra de los cuatro imputados donde el Ministerio Público y una acusadora privada solicitaban la formalización de la causa por homicidio y la prisión preventiva de los acusados, pero el resultado fue completamente distinto.
La jueza Dariela Galo no encontró méritos en contra de los acusados por el delito de homicidio y cambió el tipo penal al de encubrimiento, otorgando medidas sustitutivas a los 4 jóvenes, por lo que están en libertad.
El vocero del Ministerio Público, Yuri Mora Carías explicó que “la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV), presentó toda la carga probatoria contra los cuatro jóvenes imputados por el asesinato del joven Carlos Emilio Collier Núñez y de acuerdo a esta los fiscales dan como autor del homicidio a Carlos Alfredo Alvarenga (Alias Susano), y los otros tres jóvenes incluidos el que está prófugo están acusados de encubrimiento”.
“Sin embargo, el juez que lleva la causa no valoró las pruebas y dictó las medidas sustitutivas y cambió el delito por el que fueron imputados los cuatro jóvenes, por lo que este Ministerio Público presentará una apelación”, concluyó Mora.
Dolor de Madre
La violencia que vive la sociedad hondureña se ve reflejada en el testimonio de Tatiana Núñez, quien relata que varias personas por la calle se le acercan y le dicen que les ha pasado lo mismo con sus hijo, hijas, sobrinos, hermanos, y otros familiares. Sabe que no es la única hondureña a la que le ha fallado la justicia de su país.
Carlos Emilio Collier Núñez, para su madre, “era un niño con un corazón de oro, yo le decía «Superman», porque él se oponía a todas las injusticias del mundo. Era un gran ser humano, divertido, ameno, popular,” expresa Núñez.
La madre de CArlos Collier hace además un llamado a la sociedad para que no la dejen sola. “Les pido apoyo, porque hoy soy yo, pero mañana puede ser usted. Ayudemos a nuestros jóvenes que son el futuro de este país, sin jóvenes no hay esperanza”, concluyó.
El sueño de Collier era ser piloto. Su madre lo atribuye al hecho de haber nacido frente al aeropuerto Toncontín, pero este sueño jamás se cumplirá, ya que alguien le arrebató la vida y sus sueños a Carlitos.
Las circunstancias de su muerte aún están por esclarecer, así como el culpable.