Por Óscar Esquivel
El socialismo es un concepto temido por el capital transnacional y la oligarquía hondureña. Socialismo una palabra sinónimo de miedo en la mente de los hondureños de a pie, gracias al trabajo hecho por los medios de comunicación, dirigencias de las iglesias y otros instrumentos de sometimiento.
Del socialismo la clase dominante ha dicho que es quitar casas a quien no las tiene; ser ateo aunque se sea una buena persona; ser haragán; quitarle el dinero al que trabaja y dárselo al holgazán; que le van a quitar los niños; que no habrán empresas y como consecuencia no hay empleos. Sin embargo, al describir lo que es socialismo, lo que están haciendo es hablar del neoliberalismo. Nuestra realidad económica y política así lo demuestran.
Veamos lo que es neoliberalismo: “Conjunto de ideas políticas y económicas capitalistas que defienden la no participación del Estado en la economía, dejando por fuera cualquier injerencia gubernamental”. Capitalismo es: “Sistema económico donde el capital prevalece sobre el trabajo y es la base de la riqueza. La propiedad privada y el libre comercio son dos de sus bases fundamentales”.
A la luz de los conceptos anteriores, el sistema político y económico aplicado en nuestro país es el neoliberalismo y por ende el capitalismo. La realidad nos demuestra que ha fracasado: ya no hay empresas estatales: HONDUTEL frente a las empresas operadoras de telefonía móvil no existe; la empresa de energía eléctrica está privatizada; aduanas, puertos, aeropuertos y carreteras privatizadas; salud, educación y agua potable hace mucho dejaron de ser públicas y de calidad. Existe una ausencia total del gobierno en la economía del país, dejando que las grandes transnacionales y oligarquías locales abusen de las mayorías de la población.
Con el sistema económico capitalista aplicado en nuestro país, hemos obtenido los siguientes indicadores: 64% de la población hondureña en la pobreza y 42% en la extrema pobreza; deuda externa más de 10,000 millones de dólares; índice de desarrollo humano (IDH) en 0.625, muy por debajo de países del resto de América Latina; altas tasas de desempleo; las posibilidades de adquirir una vivienda son nulas; miles de hondureños huyen del país.
Ahora veamos lo que sí es socialismo: “Doctrina política y económica que propugna la propiedad y administración de los medios de producción por parte de la clase trabajadora con el fin de lograr una organización de la sociedad en la cual existe una igualdad política, social y económica de todas las personas”.
Ahora el socialismo ha tenido sus derivaciones o matices, por llamarlos de alguna manera. Tenemos el socialismo utópico, científico, la socialdemocracia, entre otros, hasta llegar a lo más cercano que es el socialismo del siglo XXI promovido por el comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
En términos sencillos el socialismo es defender a las mayorías de la población de los grandes capitales acumulados en pocas manos. Es recuperar empresas estatales ahora en manos privadas, respeto a la propiedad privada con principios solidarios, respeto a la libertad de culto -respeta creencias religiosas o no creencias-, recuperar lo que ha sido robado al pueblo (¿cuántos millonarios de los que hoy tenemos lo son en base a su propio esfuerzo?) y brindar oportunidades para que el hondureño pueda tener una vida digna.
Socialismo es que el hondureño tenga acceso a la educación y la salud de calidad y gratuitas. Socialismo es defender la soberanía, la autodeterminación de los pueblos a ser dueños de su propio destino.
El socialismo es la salvación de Honduras, es el paracaídas de la especie humana.