Por Óscar Esquivel`
Prometeo, personaje de la mitología griega apesarado por ver sufrir al hombre por la falta del beneficio del uso del fuego, acude al dios Zeus a rogarle que diera fuego a los mortales para que pudieran vivir más felices. Zeus se negó, provocando la rebelión en Prometeo, quien robó el fuego a los dioses para dárselo a los mortales. Zeus, en represalia, encadena eternamente a Prometeo y crea a una mujer llamada Pandora, quien poseía una curiosidad sin límites, y ésta abrió una tinaja que contenía todos los males, pero entre ellos también contenía la esperanza. Según la mitología griega, la tinaja fue cerrada antes que la esperanza escapara, de ahí la frase “la esperanza es la
última que se pierde”.
Pandora es el nombre que recibe uno de los casos de corrupción que ha hecho que algunos de la clase política y empresarial del país pasen un par de días en las ergástulas. Viejos zorros de la política como los diputados Rodolfo Irías Navas y Celin Discua Elvir han visto violentada su paz al estar presos por este caso. Elvin Santos Ordóñez, empresario y político que ha ocupado importantes cargos en la administración pública como vicepresidente de la república y actual diputado; Arnold Castro Hernández, esposo de la diputada nacionalista Gladys Aurora López; Jean Francois de Peyrecave, esposo de la fallecida Hilda Hernández; Jacobo Regalado, ex ministro de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), de donde se menciona que fueron saqueados 282 millones de lempiras por los involucrados en este caso. El conocido Caso Pandora involucra a más de 20 personas y es promovido por la Unidad Fiscal Especial contra la Corrupción e Impunidad (UFECIC), creada a instancias del ministerio público y la MACCIH.
La sorpresa no solo se la han llevado los involucrados en este caso, sino la sociedad hondureña, que muestra dudas que los involucrados hayan estado presos, y que tras la resolución de la jueza Lidia Álvarez Sagastume dejándolos en libertad, confirman su sospecha: que la ley solo es de aplicación para los “chuñas” y no para la clase política y empresarial, que han convertido al país en su botín.
La acumulación de poder de un pequeño grupo de personas ha convertido a Honduras en un estado fallido, en donde una buena parte de su población huye buscando poder vivir tranquilamente. Huyen de las garras del hambre, de las enfermedades, de la violencia. Los Estados Unidos de Norteamérica es el principal país donde nuestros compatriotas buscan refugio, pero se han encontrado en el último año con la política de tolerancia cero de Donald Trump, quien en su campaña electoral dijo lo siguiente: “Los políticos corruptos son un cáncer para la sociedad. Latinoamérica está llena de ellos, yo los acabaré a todos. Comenzaré en República Dominicana, Centroamérica, luego Sudamérica y por último México.” Estas declaraciones fueron vertidas a raíz de la migración ilegal hacia su país, asegurando que la gente huye de estos países porque son un asco debido a los corruptos que se roban el dinero.
La influencia que ha tenido el país del norte en nuestros países ha sido permanente. Ellos han patrocinado, para su interés, gobiernos de diferentes banderas, haciéndose corresponsables de nuestros males. Se mencionaba que los involucrados en el Caso Pandora iban a permanecer largo tiempo en la cárcel debido a la presión ejercida por la embajada de Estados Unidos, pero ya vimos
que no fue así. La única presión que hará temblar y encarcelar a los corruptos en Honduras es una población informada y organizada.
La caja de Pandora de la mitología griega contenía todos los males, pero también albergaba a Elpis (esperanza). Que sea esa esperanza personificada en la mayoría de los hondureños la que haga recuperar Honduras de manos de los corruptos y construir una nación fuerte y libre. Que sean los buenos, que son la mayoría de la población hondureña, los que asuman el papel que les corresponde de guiar los destinos de este noble pueblo.