En represalia por el hecho de que los demócratas no apoyan sus planes para construir un muro en la frontera de Estados Unidos con México, el presidente Donald Trump propuso dos veces (en noviembre y febrero) que las agencias gubernamentales transporten y liberen a los inmigrantes detenidos en las llamadas ciudades santuario, según un informe publicado por el Washington Post.
Las ciudades santuarios son municipalidades donde las leyes locales protegen a los inmigrantes indocumentados de la deportación o el enjuiciamiento, a pesar de la ley federal de inmigración.
CNN informó que una fuente le había confirmado que la administración Trump presionó al Departamento de Seguridad Nacional para que liberara a los inmigrantes detenidos en la frontera sur en las ciudades santuario.
El informe del Post dijo que en retribución por la falta de voluntad de los legisladores para autorizar el dinero para construir el muro, la Casa Blanca quería liberar a los inmigrantes detenidos en «bastiones demócratas», incluido el distrito de la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en San Francisco, California.
Según la versión, la Casa Blanca dijo a la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas y al Departamento de Seguridad Nacional que el plan «tenía la intención de aliviar la escasez de espacio de detención, pero también servía para enviar un mensaje a los demócratas».
El Post informa que los abogados de la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas rechazaron el plan de la Casa Blanca «por ser inapropiado y rechazaron el pedido de la administración».
Ambas agencias le dijeron al Washington Post que el plan «ya no está siendo considerado».
Ashley Etienne, portavoz de Pelosi, dijo al Post que «el alcance del cinismo y la crueldad de este gobierno no puede ser exagerado». Agregó que «usar seres humanos, incluidos niños pequeños, como peones en su juego de guerra para perpetuar el miedo y demonizar a los inmigrantes es despreciable».