Óscar dejó su trabajo en una pizzería y Tania, su esposa, el de cajera para buscar ‘el sueño americano’ junto con su hija Valeria.
Por Redacción Animal Político.
“Óscar se me murió. Óscar y la niña se me ahogaron”, anunció desconsolada Tania a su suegra Rosa María. Luego se cortó la llamada.
El 3 de abril, Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y Tania Vanessa Ávalos, de 21, salieron de El Salvador, junto con su bebé Angie Valeria, de un año 11 meses, rumbo a Estados Unidos.
Óscar dejó su trabajo en una pizzería, Tania había renunciado como cajera en un restaurante de comida china para dedicarse a cuidar a su bebé, reportó el medio elsalvador.com.
Ellos querían que la pequeña Angie Valeria tuviera un futuro mejor. Óscar y Tania querían salir de la situación de pobreza en la que estaban y tener mejores oportunidades laborales, contaron sus familiares.
Rosa María, mamá de Óscar, le pidió que no hiciera ese viaje, que desistiera de perseguir el ‘sueño americano’ porque no era tan fácil cruzar la frontera sur.
Él quería ir a trabajar a Estados Unidos y comprar una casa para su familia, cuenta Rosa.
En Estados Unidos los esperaban familiares que ya les habían conseguido trabajo en Dallas.
La joven pareja estuvo en un albergue para inmigrantes en la ciudad de Tapachula, Chiapas, donde ya habían solicitado refugio y les dieron una visa humanitaria que les permitía estar en México mientras solicitaban asilo en Estados Unidos, narró la familia al medio elsalvador.com.
Luego se trasladaron a Tamaulipas, donde esperaron por una cita para solicitar asilo en Estados Unidos. Al ver que pasaba el tiempo y después de soportar temperaturas de hasta 45 grados, la familia decidió cruzar el río el domingo pasado.
“Ellos decían que tenían miedo por cómo se estaba poniendo la situación con los migrantes con la presión de Trump, afirmó a El Diario de Hoy, Wendy, hermana de Óscar Alberto y tía de Angie Valeria.