Para el 30 de julio el país llevaba un mes en constante movilización en contra del golpe de Estado. Luego del intento de ingresar de Manuel Zelaya en la frontera de Las Manos, la resistencia convocó a movilización en Tegucigalpa para bloquear las distintas salidas de la ciudad. Roberto Micheletti advirtió ese día en cadena nacional que «había llegado la hora de poner orden en el país». Ese día murió Roger Abrahan Vallejo.
«Roger Abrahan Vallejo fue muerto en la más cruda represión del Golpe de Estado, igual que Isis Obed, que murió en el aeropuerto de un tiro en la cabeza, Roger murió de un disparo que recibió en la frente. Parece ser un patrón en el que actuaron las Fuerzas Armadas durante el golpe de Estado, matar compañeros en medio de las movilizaciones para infundir el terror, para infundir pánico y amedrentar a los compañeros que estábamos en aquel momento en las movilizaciones.
El frente nacional de resistencia estaba en una movilización de toma de la salida de norte de Tegucigalpa, en El durazno, desde allí nos empezaron a reprimir.
Todos fuimos perseguidos, el compañero Roger Abraham Vallejo murió justamente en el mercado Zonal Belén en Comayagüela. Habíamos recorrido 6 kilómetro de distancia desde donde empezó la represión.
Era un compañero joven, jovial, dedicado a su trabajo que poco participaba en las actividades gremiales, pero que se incorporó a protestar contra la barbaridad que se cometió en Honduras como fue el golpe de Estado. No era participativo en las actividades, pero se incorporó en defensa de la constitución y porque se respetaran las leyes. Lamento el papel de los operadores de justicia, en particular del Ministerio público».
Luego del disparo, Vallejo cayó en coma. Murió al día siguiente en el hospital. Sus exequias fueron un mitin político más en protesta contra el golpe de Estado. Al salir del funeral una nueva muerte se daba en circunstancias no determinadas. De esa segunda muerte nos cuenta el profesor Jaime Rodríguez.
«El compañero Félix Murillo vio a los que disiparon al compañero Roger Abraham Vallejo, recogió los casquillos del arma y los metió en una bolsa plástica. Le dijimos que no fuera al Ministerio Público, pero no escuchó. Fue a interponer la denuncia y dejar esas pruebas a la fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público y le dijeron que le iban a dar protección y no se cuántas cosas más. Pero un 17 de Septiembre lo asesinaron. Ya había sido amenazado por un agente de investigación (DGIC), y justamente como un mensaje para el magisterio, el 17 de Septiembre cuando celebramos el día del maestro, Félix nos aparece muerto. No creo haya sido casualidad», manifestó Rodríguez.
Para presidente del COPEMH, esa fue la respuesta de la Fiscalía por la denuncia del asesinato de su compañero, porque nuca esclarecieron el asesinatos de Roger Abraham Vallejo y la de su compañero Félix Murillo que afirmara haber visto quién disparó a Vallejo.
«Nosotros no hemos sabido que la fiscalía de Derechos Humanos, o la Fiscalía de asuntos constitucionales haya hecho algo, por lo sucedido durante el golpe de Estado, o se haya investigado alguno de los casos de los compañeros asesinados —expresa el profesor Rodríguez—. Lo que henos tenido de parte de las autoridades son campañas de desinformación para querer desviar la atención y fabricar posibles hipótesis de porque fueron muertos los compañeros. Lo que dicen es que a Roger Abraham Vallejo fue muerto por un vendedor de lichas, cuando el compañero Felix Murillo vio a un policía que le disparó.
El policía luego se fue a refugiar a un puesto del mercado y los militares llegaron a protegerlo, después se lo llevaron. Eso fue entre esos puestos que están frente al zonal belén, porque en ese momento la convulsión social se estaba dando casi en toda la capital.
Nuca antes se había visto tan feroz represión, la persecución contra mujeres, niños, jóvenes, recuerdo que ese día fueron hechos prisioneros Carlos H. Reyes, Juan Barahona, muchos de los dirigentes y manifestantes, fueron hechos prisioneros, golpeados casi todo el movimiento popular que se encontraba movilizado. Parece que la orden era matar compañeros, porque al compañero Roger Abraham Vallejo prácticamente lo ejecutaron.
Después que lo mataron lo recogimos entre varios compañeros, lo llevamos al Hospital Escuela, pero la lesión era grave, era un tiro en la cabeza. Por la tarde el compañero falleció.
El pesar nos embargó, porque dejo familia, esposa, un hijo recién nacido que no lo conoció, la esposa sin trabajo, toda una tragedia familiar. Igual que para todo el sector social, una perdida y para Honduras, la vergüenza que los movimientos sociales somos seriamente reprimidos.
Nosotros (COPEMH) le estuvimos ayudando porque carecía de manutención, para que se le pagaran los seguros del IMPREMA, porque los seguros de la organización gremial estaban a nombre de la madre de Roger Abraham Vallejo. Le realizamos todos los tramites, el COPEMH, se hizo cargo de los gastos médicos y de los gastos moratorios del compañero».
Roger Abraham Vallejo era catedrático de la clase de español. Ocupaba el cargo de secretario en el Instituto Polivalente San Martín, ubicado en el barrio El Jazmín de Tegucigalpa.
Según cuenta un compañero de trabajo que pidió guardar su nombre en el anonimato, «cuando mataron Roger Abraham Vallejo yo había llegado el día anterior de Alauca. Ya veníamos de allá. Él llego al colegio Técnico San Martin al día siguiente. Él quería que regresáramos a Alauca. No hombre, le dije, yo vine anoche, mejor vamos a la movilización que va a haber en el Durazno, le dije. Vámonos para Alauca, insistió Roger. Yo me fui en el 2.8 del COPEMH para el Durazno y él se fue a la movilización que había por el Mayoreo, con tan mala suerte que los contingentes policiales nos venían tirando bombas y bombas lacrimógenas desde arriba hacia abajo, desde el aire con un helicóptero, cuando yo vengo por el Técnico Luis Bogan, escucho que decían que había un profesor muerto, mencionaron el nombre y ese era Roger Abraham Vallejo, es lo que puedo decirle.
Él era el secretario del instituto Polivalente San Martin, yo profesor de ciencias sociales, fue un compañero, un amigo. Buena persona, emocionalmente nos afectó mucho ver morir a un compañero de trabajo, y un compañero en la lucha por la transformación de Honduras.
Roger tenía ideas de avanzada, estaba en la lucha porque quería otra Honduras para su familia y sus hijos, no estaba de acuerdo con el régimen que gobernaba en ese entonces».
Le preguntamos por la familia de Roger Vallejo, «solo sé que vive en la colonia la Joya, el nombre de la muchacha no lo se, pero ahí en la colofonia la joya se le localiza, también sé que tenía un niño como de un año.
El compañero se dedicaba más a su familia y a las cuestiones del colegio, poco salía a las movilizaciones, con tan mala suerte, que ese día le tocó a él la desgracia de perder su vida.
A veces uno se expone mucho y al final las organizaciones se olvidan rápido de quienes andan dando la cara por las organizaciones. Puedo mencionar a Felix Murillo, estuvimos aquí en este parqueo del COPENMH. Ese día (el 17 de septiembre) veníamos del Boulevard San Pablo, él no quiso entrar, me acompañó al parqueo. Yo le pregunté si se iba a ir en la motocicleta o en el carro, porque tenía moto y carro. Me dijo que se iba ir en la moto, yo le dije que mejor se fuera en el carro, no mejor me voy a ir en la moto, más rápido, dijo. Sin saber que uno 3 o 4 minutos más tarde sería un difundo más».
Le interrumpo para confirmar, ¿Felix Murillo es el profesor que mataron por Jacaleapa? «Si, lo mataron por Jacaleapa, nos despedimos en el Semáforo, yo agarre para la vía olímpica y él para su casa en la colonia Kennedy.
El profesor Félix Murillo de treinta y seis años, era fiscal de la filial del COPEMH en el instituto Millaselva. Catedrático del Central Vicente Cáceres en la jornada de la tarde y del Jesús Millaselva en la jornada nocturna, era activo y disciplinado en las distintas luchas del magisterio. Desde el inicio del golpe de Estado se vinculó de lleno en la resistencia en donde formaba parte del comité de seguridad y disciplina. Haciendo uso de su motocicleta, iba siempre al frente de las marchas.
El jueves 17 de septiembre, día nacional del maestro, lo vieron salir a las once de la noche de las oficinas del COMPENH. Abordó su motocicleta para trasladarse un par de kilómetros hasta la colonia Kennedy en donde residía con su familia. Varios metros adelante, fue embestido por un vehículo que de inmediato se dio a la fuga. Su cuerpo fue levantado por los bomberos quienes lo trasladaron al Hospital Escuela, a donde informan llegó muerto.
Fue ingresado como desconocido, sus documentos personales habían desaparecido y no fue sino veinticuatro horas después que su hermano lo identificó en los fríos sótanos de la morgue capitalina.
«A Felix lo andaban siguiendo porque era uno de los que iba a declarar en el caso de Roger Abraham Vallejo, él había encontrado proyectiles… Solo los recuerdos quedan en el colegio, su firma en los libros de actas, los tenemos como recuerdo, como compañero, como amigo. Roger Abraham Vallejo y Felix vivirán siempre» comento una de las personas que estaba sentada en la misma bancas, ubicadas en el estacionamiento del Colegio de Profesores de Educación Media a la entrada de la colonia el Hogar, Bulevar Centro América de la capital, por donde murió también la profesora Ilse Ivania Velásquez, hermana de Maneado Velásquez, mártir de la lucha revolucionaria de los 80 en honduras.