El viernes 18 de octubre de 2019, antes del mediodía en Honduras, un jurado en una corte del Distrito Sur de Nueva York, falló de forma unánime, que Juan Antonio Hernández Alvarado, hermano menor del presidente de la República de Honduras, Juan Orlando Hernández, era culpable de cuatro delitos relacionados con narcotráfico.
Durante 12 días la fiscalía intentó demostrar que Tony Hernández era culpable de los cuatro delitos, mientras que la defensa intentó demeritar lo que la fiscalía presentaba, pero en realidad, fueron seis testigos, los que hundieron a Hernández; Víctor Hugo Díaz Morales, “El Rojo”, Devis Lionel Rivera Maradiaga «Cachiro», Fernando Chang Monroy y el exalcalde de El Paraíso, Copán, Alexander Ardón “Chander”.
Quién es Víctor Hugo Díaz Morales, “El Rojo”
El Rojo comenzó en sus actividades delictivas trabajando en las escalas mas básicas para Héctor Emilio Fernández, alias «Don H», también preso en Estados Unidos. Estaba encargado del transporte de droga de la costa atlántica hasta su zona de residencia en occidente, entre Copan y frontera de Guatemala. Era un simple camionero, pero su astucia y determinación lo fueron elevando en posición, al punto de llegar a ser, desde el 2008, el lugarteniente de don H, al cual fue delegaba la totalidad de sus operaciones, ya que don H reconoció que Rojo contaba con el carisma y las cualidades de las que él carecía.
La declaración de Victor Hugo Díaz Morales, alias «El Rojo», fue el testimonio central en la primera semana del juicio en la Corte Federal de Nueva York, en contra del «Tony» Hernández, acusado de introducir cocaína a Estados Unidos, siendo incluso calificado por la fiscalía de Nueva York como un «narcotraficante a gran escala».
En el 2005 Tony Hernándes recibió de El Rojo, 40,000 dólares para la campaña a diputado de Juan Orlando Hernández, seguro dijo El Rojo en su testimonio. Ese dinero se entregaba con la promesa de aumentar su contacto con la policía y el ejército, de llegar Hernández al Congreso Nacional. Juan Orlando Hernández era ya diputado al Congreso Nacional en 2005, secretario de la junta directiva que presidía Porfirio Lobo Sosa.
Según el testimonio de El Rojo, fue al rededor del 2008 que Tony Hernández comenzó a marcar los bloques de droga con la siglas TH “como en el escudo de Tommy Hilfiger”, según dijo. Para ese momento, afirma, ya Tomy trabajaba con un narcotraficante colombiano llamado “El Cinco”, produciendo cocaína en Colombia y vendiéndosela a él y los Valle Valle.
Víctor Hugo Díaz Morales, alias «El Rojo», fue capturado en el Boulevard de los Próceres con la calle 16 en Ciudad de Guatemala y luego extraditado a los Estados Unidos.
Devis Lionel Rivera Maradiaga
Los Cachiros fueron uno de los grupos transportistas más grandes de Honduras, que llegaron a acumular un patrimonio neto de casi mil millones de dólares. El grupo estaba conformado por una familia de antiguos ladrones de ganado y se convirtió en un jugador importante en el comercio de cocaína entre organizaciones colombianas y mexicanas.
Presuntamente a través de un acuerdo negociado con la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en inglés), dos de los líderes de esta organización se entregaron a las autoridades estadounidenses en enero del 2015, dejando a la organización ante un futuro incierto.
Devis Leonel Rivera Maradiaga aceptó su participación en el asesinato de 78 personas, entre las cuales se destacan el zar antidrogas, Julián Arístides Gonzáles; el exasesor de Seguridad Nacional, Alfredo Landaverde, y el periodista Aníbal Barrow. Adicionalmente, su declaración involucra a miembros de la élite política y económica en actividades de narcotráfico y sobornos. Desde el 2013, Los Cachiros comenzaron a colaborar con la DEA.
Fernando Chang Monroy
El supuesto exlider financiero del Chapo Guzmán, y también narcotraficante, Josué Chang Monroy también testificó en el juicio, pero ¿quién es Monroy?
Según las investigaciones hechas por las autoridades estadounidenses, Chang Monroy habría recibido municiones vendidas por Víctor Hugo Díaz Morales</strong>, alias «El Rojo» las que tenían el sello del ejército hondureño. Estas habrían sido obtenidas por Tony Hernández.
En abril de 2019, Monroy reveló ante la justicia estadounidense cómo hondureños del clan de los Montes Bobadilla y Arnulfo Fagot Máximo se confabularon con el Cartel de Sinaloa y el de los Beltrán Leiva para traficar miles de kilogramos de cocaína.
En su momento, el guatemalteco aseguró que el mexicano Christian Lucenilla Salazar , jefe de operaciones financieras de Joaquín “El Chapo” Guzmán, llegó hasta La Mosquitia hondureña para cerrar grandes negocios de narcotráfico con Fagot Máximo y el clan de los Montes Bobadilla.
Alexander Ardon «Chander»
El exalcalde de El Paraíso, Copán, Amilca Alexander Ardón Soriano, compareció en el juicio por narcotráfico contra Tony Hernández en la Corte del Distrito Sur Nueva York.
Alexander Ardón se entregó en febrero de 2018 tras negociar con la DEA. Él y su hermano Hugo Ardón conformaron el ‘Cartel de los hermanos AA’ que controló las rutas del tráfico de cocaína en los departamentos de Copán y Ocotepeque, también es acusado por la fiscalía de conspirar para introducir cocaína a los Estados Unidos.
Alexander Ardón proviene de una familia de agricultores de El Paraíso, Copán. Como dijimos antes, en la zona más marginal y pobre del país. Llegó hasta el quinto grado. Quien lo conoció o lo escuchó hablar alguna vez reconoce en él al hombre de campo. Comenzó en el negocio de la droga al inicio del siglo, siendo apenas un muchacho, como colaborador de narcos locales. Su conocimiento de la frontera con Guatemala, de otros criminales de la zona y su sangre fría, le hizo escalar en las estructuras del crimen organizado hasta convertirse en colaborador del Chapo Guzmán y el cartel de Sinaloa.
A sus treinta años, Ardón Soriano acumulaba ya millones de dólares de ganancias por su participación en el negocio del narcotráfico. Pero no tenía el poder que quería. En el fondo los narcotraficantes construyen su imagen del poder que han visto, de terratenientes, empresarios y político rurales. Él sentía, que para garantizar su negocio y alcanzar el prestigio que siempre buscó, debía acceder al poder político, usar, además del disfraz de empresario, el de político rural y nadie en un pueblo tan pequeño como El Paraíso, tiene más poder y prestigio que el Alcalde.
En 2005 Ardón Soriano lanzó su candidatura a la alcaldía de El Paraíso por el Partido Nacional, cargo que ganó sin oposición gracias a la fama que había construido y el poder que el dinero del cartel de Sinaloa le daba. Hombre violento, reconoció haber matado o mandado a matar a 56 personas, no dudó en eliminar cualquier amenaza a sus objetivos.
El ascenso al poder de Alexander Ardón al poder en El Paraíso no es casual, coincide con un fenómeno regional que se generó luego de iniciada la Iniciativa Mérida en México. El chapo Guzman lo puso allí, porque necesitaba ese punto para su negocio, ante el recrudecimiento de la guerra contra la droga en su país.
Con estos testimonios relatando de forma separada un patrón de negocios con Tony Hernández se logró convencer al jurado de la culpabilidad de Hernández, quien ahora espera su sentencia.