Honduras será un país de proceso para los migrantes que quieran acogerse al programa de asilo de los Estados Unidos, lo que ha generaro una cierta controversia entre la población porque según el análisis de Ricardo Puerta, experto en temas migratorios esa causará un malestar en los hondureños si se privilegian los derechos de los migrantes a los de los hondureños.
Ismania Platero, defensora de derechos humanos, recomienda a la presidencia del país, en estos momentos que se podría agudizar la crisis migratoria con la llegada de extranjeros solicitantes de asilo en los Estados Unidos, aplicar una prueba antidoping a los funcionarios que tienen que ver con la seguridad del Estado o que manejan casos de seguridad ciudadana, como el Ministerio Público (MP), Poder Judicial, funcionarios del Congreso Nacional y los que están ligados a la Policía Penitenciaria.
Esto por los crímenes que se han cometido en las cárceles, también para los miembros de la Policía Nacional que han cometido actos ilegales contra la población hondureña, ya que se han denunciado por parte de defensores de derechos humanos y manifestantes que hay elementos policiales han usado sustancias psiactivas mientras cometen las violaciones a los derechos humanos.
Según Platero estás pruebas deben ser aplicadas de manera vertical en la jerarquía, comenzando por los funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario (INP) porque, “Ha habido denuncias claras como en el caso de El Porvenir que el director estaba consumiendo bebidas alcohólicas y que llega a altas horas de la noche o de la madrugada embriagado. Igual a los agentes penitenciarios que filmaron el video y que no se sabe quién lo hizo, pero nadie comente esas aberraciones sino está bajo los efectos de una droga.”
Para Platero, en el caso del uso de drogas, asegura que solo enfocan en los reclusos y se ha omitido en los casos que miembros de la policía penitenciaria estén bajo los efectos de la droga.
En el caso de las mujeres en los centros penales, Platero dice que la situación es peor, porque es en donde más se violan los derechos humanos, porque a veces ni una ambulancia hay para que reciban atención.