En un Congreso Móvil realizado en Choluteca el 20 de noviembre se aprobaron las reformas a la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Cuentas (TSC). Para algunos la reforma es un retroceso en la lucha contra la corrupción, ya que se limita el accionar del Ministerio Público (MP).
Roy Medina, magistrado del Tribunal Superior de Cuentas (TSC) reconoce que sí hay un desconfianza social a los entes involucrados en la lucha contra la corrupción y la impunidad, como ser: Ministerio Público (MP) Tribunal Superior de Cuentas (TSC) y otros.
El magistrado reconoce que a nivel latinoamericano la crisis por la que pasan diferentes países y, Honduras no está exenta de sufrir las consecuencias de esas crisis.
En el tema de la MACCIH, Medina dice que el pueblo está cansado y necesita respuestas, en cuando a la continuidad de la MACCIH no depende de ellos, pero reconoce que la misión nació de un clamor popular aunque su implementación fue distinto a lo que se pedía, como la CICIG.
El magistrado descarta que se le quiten atribuciones al Ministerio Público y aclara que es un pleno de magistrados en el TSC los que “no están obligados a pensar igual cuando hay disidencia, cuando hay discusión y deliberación”. Para Medina las reformas a la ley orgánica del TSC son necesarias para estar a tono con la modernización del gobierno, pero reconoce que que la reforma al artículo 77 es innecesaria porque los órganos contra la corrupción deben actuar de manera coordinada y los registros del tribunal no pueden cerrarse a ese tipo de delitos.
También considera que no se deben establecer límites entre el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) y el Ministerio Público (MP).
Entre los casos enviados por el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) al Ministerio Público está el de un ciudadano, del cual el funcionario se reserva su nombre aumentó su patrimonio en 85 millones de lempiras y agrega que esa información la debe tener el Ministerio Público.