Por el alto riesgo de contagio del Covid-19 o coronavirus el protocolo de salud ha establecido prohibir los velatorios de las personas que fallezcan a causa de este virus.
Honduras hasta este momento registra 222 casos confirmados de coronavirus dejando como saldo fatal 15 personas fallecidas; Esto genera que el país tenga una tasa de muertes por el virus mayor a la tasa mundial.
Este día el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo (Sinager), a través de un comunicado, hizo público las nuevas disposiciones del protocolo para al manejo de cadáveres a raíz de la pandemia por coronavirus.
Sinager ha prohibido velatorios de todo tipo de muertes que sucedan durante la pandemia del Covid-19 para evitar la conglomeración de las personas.
En el comunicado, también señalan que “no se realizarán autopsias intrahospitalarias” a personas que fallezcan a causa del virus ya sean sospechosas o confirmadas.
Las muertes que ocurran en las comunidades tampoco se realizarán autopsias salvo excepción de que el fallecido tenga indicios o signos de muerte violenta, que serán manejados por parte de Medicina Forense.
También se explica que los cadáveres serán llevados de manera inmediata desde el lugar donde ocurrió la muerte, al lugar donde será el entierro custodiados por elementos de seguridad del Estado y solo se permitirá a familiares de primer grado estar presentes, pero sin sobrepasar un máximo de 15 acompañantes.
No se permitirán los traslados de fallecidos a otros departamentos con la finalidad de evitar un mayor contagio, evitar disturbios en la carretera y las posibilidades de incidentes.
Para hacer cumplir estas disposiciones Sinager asegura que “se establecerá un equipo dentro del Centro de Operaciones de Emergencias Nacional para que coordine el manejo de las personas fallecidas con las instituciones del Estado como las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Cuerpo de Bomberos, Medicina Forense, Cruz Roja y Funerarias locales”.
Sinager exige a los gobiernos locales “localizar terrenos aptos para fosas comunes” en caso de entierros masivos al rebasar la capacidad local para manejo de cadáveres.
Otra disposición que se va a tomar es que la profundidad donde se entierre a la persona debe tener como mínimo tres metros; cuando lo normal es de 2.5 metros.
Si el cuerpo se deposita en una bolsa hermética no será necesario un ataúd especial para las víctimas del coronavirus.
Cabe señalar que este protocolo ha sido aplicado en las víctimas que hasta el momento ha cobrado el coronavirus, en especial en la muerte de la doctora Denise Murillo, quien falleció en la ciudad de San Pedro Sula y no se les permitió a los familiares ser trasladada a la ciudad de Tegucigalpa para su entierro.