En octubre de 2008 a raíz del Huracán Mitch murieron más de 5500 hondureños, el daño a la ya frágil economía fue demoledor sobre todo en las áreas de agricultura e infraestructura. El desastre natural permitió que no se conociera “la nueva agenda” prometida por el entonces Presidente Carlos Flores. Sin embargo la ayuda de los países amigos no se hizo esperar, lo que a la vez, no se contabilizó ni transparento su ejecución. La condonación de la deuda externa fue a raíz del huracán. Los expertos aseguran que con la ayuda que se recibió se perdió la oportunidad de realizar una verdadera reconstrucción de país, como lo hizo Japón después de la segunda guerra mundial. Pero en nuestra hondura el viejo edificio de la “pc” entre otros bienes inmuebles son testigos no tan mudos de lo que se debía de hacer y no se hizo.
El 28 de junio de 2009 con el golpe de Estado se perdieron muchas vidas de hondureños y el impacto económico fue de enormes proporciones. Se perdió el orden constitucional apareciendo en escena la mano más visible de Estados Unidos en asuntos internos de nuestro país; y de los militares. Panorama que se ha venido prolongando hasta nuestros días.
Como sí nuestros males como país fueran pocos, producto de la corrupción de sus gobernantes, ineficiencia en la administración pública y apatía de su población – por su condición de pobreza, salud y educación-. Nos llegó el coronavirus una pandemia que sí bien ha afectado a todo el mundo, podríamos haberla enfrentado mejor sí viviéramos en un estado de derecho con un gobernante legítimo y empleados en la administración pública transparentes; hospitales públicos con recurso humano, material y equipo adecuado. Sí tuviéramos todo lo que un país que se haga llamar país debería tener, no tuviéramos hasta el momento una de las cifras de mortalidad más altas y un reducido número de personas infectadas recuperadas.
Los recursos económicos aprobados en el marco de la pandemia han sido ilimitados. Vieja táctica de saqueo que sirve para aquellos ladrones de cuello blanco que lejos de procurar el bien público se hacen de su “agosto”. Como ya lo estamos viendo en productos sobre valorados e ineficientes: los ventiladores comprados y evidenciados por la doctora Araujo; La denuncia permanente de médicos y demás personal sanitario ante la falta de material y equipo médico para hacerle frente a la enfermedad. Sin mencionar los hospitales provisionales prometidos que brillan por su ausencia.
El actuar del “gober” ya la conocemos, ya nos tiene acostumbrados a la demagogia (6 años). Sin embargo la oportunidad que le presenta el coronavirus no la ha desaprovechada para entre otras cosas hacer proselitismo político a través de las “cadenas nacionales” ¿Con que objetivo? El ex presidente Lobo a través de su Twitter antes del coronavirus denunció lo siguiente : “Los escenarios de joh
JOH quiere quedarse: 1-Por reelección 2-Que gane Tito Asfura 3-Dos años más por una Constituyente Todo le va a fallar, nuestro pueblo jamás le perdonará por su gobierno de la INJUSTICIA SOCIAL CON REPRESIÓN Y DICTADURA. Ya falta poco, mejor alistá maletas ¡ES PA FUERA QUE Vas! “.
La especulación de quedarse del” GOBER”(termino usado en cierto mundillo) dado su irrespeto a la voluntad popular no es una idea halado de los cabellos. La pre candidatura de su delfín Asfura se le ha vuelto poco factible, pero se le abre con el coronavirus la vía de la constituyente, además de la complicidad que pueda haber con la autodenominada oposición. Los que dicen defender los intereses de las mayorías tienen la oportunidad de hacer realmente oposición y no seguir siendo ceros a la izquierda con quienes juega enchute Juan Hernández. Las pocas organizaciones civiles auténticas sumadas al despertar de la ciudadanía en general pueden poner un alto al latrocinio continuo del que estamos siendo objetos todos y todas.
El covid-19 ha evidenciado una vez más la incapacidad de joh al frente del país. ¿Porqué no se concretiza el fuera joh?