«Señor, llegó su hora: Cadena perpetua más 30 años». El juez federal Kevin Castel sentenció hoy al exdiputado Juan Antonio Tony Hernández, quien tiene unos 10 días para apelar el fallo en su contra por cuatro delitos relacionados con el narcotráfico.
Tras más de un año de aplazamiento en la lectura de la resolución, el tribunal federal para el Distrito Este de Nueva York procedió a condenar al sindicado, luego de alegatos de la defensa y la fiscalía. De hecho, Hernández dijo en algún momento de la audiencia que se sintió traicionado y pidió un debido proceso a su causa.
Según reportó la periodista Emily Palmer, «el fiscal dijo que Tony Hernández y ‘junto con su hermano está en el centro de años de narcotráfico patrocinado por el Estado’, fueron parte de las operaciones de narcotráfico más grandes y violentas del mundo, convirtiendo a Honduras en un ‘virtual narcoestado'».
También informó que el togado le dijo a Tony que «es muy merecida” al tiempo que solicitó la confiscación inmediata de alrededor de 138.5 millones de dólares.
También ordenó que devuelva lo que los fiscales han llamado $138,5 millones de «dinero ensangrentado».
«Señor Hernández, usted está mintiendo y va a tener que demostrar sus dichos sobre las violaciones a su derecho. Ya se hizo una investigación y (los investigadores) van a repasar lo ocurrido. Hay una política federal que el acusado podrá actuar luego que el jurado dé su veredicto y eso ocurre seis semanas después, eso es parte de los juicios y hay dos cosas en su caso: Fui solicitado en varias ocasiones para que su caso se postergara y es usual que una sentencia se lleve a cabo un año y cinco meses y pienso que en mi tiempo como juez nunca he hecho una sentencia que haya sido desfasada por mucho tiempo y la pandemia fue un factor», añadió el togado en su deliberación.
«Yo tomo mi propia decisión, ¿por qué lo hice? El jurado estaba en otro juicio y leí todo, y en otro caso hablan del mismo número y las razones por las cuales no se procedía con la sentencia. Las declaraciones del jurado son obvias para cualquiera. El jurado no tiene nada que ver con influencias desde afuera. Me entregaron un memorando de 15 páginas de su sentencia, (la defensa) recibió cartas donde escribían hijos y leí cada una de ellas… Cada carta fue traducida por la corte y está en la documentación pública», señaló Castel.
Recordó que nunca había estado en un juicio que postergaron por tanto tiempo ya que la condena se da después de la declaración de culpabilidad a un máximo de seis semanas.
«Los acusados no deben usar Honduras como lugar para el tránsito de droga», exteriorizó.
Durante la última etapa se reveló que Hernández tuvo un narcolaboratorio en Colombia y también participó en la muerte de uno de los intermediarios; el exjefe policial Juan Carlos Bonilla sería uno de los implicados en el caso.
Asimismo, se informó que el exlegislador introdujo a EE.UU. aproximadamente 185 mil kilogramos de cocaína desde 2014, «los ingresos están estimados en 138.5 millones de dólares; él fue indiferente ante la muerte de sus compatriotas y no tuvo respeto de la ley».
Además, el condenado «convirtió a Honduras en un narco estado y la ciudad de San Pedro Sula era lugar clave para el tráfico de drogas».
Por su parte, los fiscales sostuvieron que Hernández, junto a su hermano Juan Orlando «participaron en el tráfico de drogas y eso no puede ser tolerado en EE.UU.».
En tanto, el jurado encontró que mintió en una reunión sostenida en 2016 con la DEA y «aquí hay un testimonio de cinco testigos, Devis Rivera, Geovanny Fuentes Ramírez y el Rojo Víctor Hugo Morales».
«Los actos de Tony causan consecuencias en el Estado de Honduras», explicaron los acusadores.
En tanto, el excongresista denunció en su intervención que “me siento engañado, yo entendía que él (abogado) estaba revisando notas de testigos, de personas que se mencionaron en el juicio que son muy interesantes».
«Es duro estar confiando en un abogado, no sé qué ocupaciones pudiera tener», alegó.
En cuanto a las normas que se habrían trastocado, externó que «yo también soy abogado y conozco la regla 5F de EE.UU. Mi sorpresa, supe por un medio que me condenarían el 30».
También precisó que le escribió al juez «para solicitar otro cambio de abogado. Me siento engañado, yo asumía que mi abogado estaba trabajando».
En tono pausado, el hermano del presidente Hernández reprochó que «es difícil contar con un abogado, no sé qué otros compromisos tiene, afectando mis próximos 40 años… Dejó en público las cartas de mis familiares, cuando podrían haber sido selladas. Su intención, no lo sé».
