TEGUCIGALPA, Honduras
Pese a los esfuerzos que realizan para movilizarse en regiones de difícil acceso vial en La Paz, a los pacientes con covid-19 se les niega una atención médica digna debido al colapso de la red sanitaria, denunció el Consejo Indígena Juvenil de Centro Occidente.
La veeduría «Impacto socioeconómico de la pandemia por la ausencia de infraestructura e insumos hospitalarios en La Paz» señala que los lugareños aquejan la falta de médicos y especialistas en sus comunidades.
Por tanto, infiere que la carencia del personal calificado los expone a diagnósticos equivocados, mismos que pueden resultar fatales.
Relatos compartidos indican que dentro de los centros asistenciales era frecuente la falta de oxígeno. En algunos casos -apuntan- la situación se tornó tan complicada que los pacientes pasaban más de seis horas sin estar conectados el flujo requerido.
El informe provisto también describe que los casos de coronavirus fueron en aumento y, a su vez, los medicamentos también escaseaban en los centro de salud públicos; en tanto, comercios privados incrementaban el precio.
Los pacientes, además, debían costear sus propias pruebas de detección del virus, señala la veeduría. Consecuentemente, ante las limitantes económicas, algunas veces optaban por medicina alternativa para lidiar con la sintomatología.
La carencia de insumos, así como las insuficientes medidas de protección personal, además de la negativa de los hospitales y demás recintos asistenciales,
De igual forma, el escrito relata que muchas personas fueron puestas en confinamiento sin antes ser sometidos a las pruebas. También revela la debilidad de los protocolos para poner en práctica las medidas de bioseguridad y la baja calidad de los pacientes que sí eran internados.
Ante las múltiples dificultades, se generó una desconfianza generalizada en el sistema de salud del departamento, lamenta la veeduría.
DISCRIMINACIÓN Y CONSECUENCIAS. Un hallazgo más de la investigación es que la mayoría de contagiados fueron víctimas de discriminación por parte de varios sectores. El rechazo se presentó tanto en el campo laboral como en los vecindarios y básicamente todo aspecto de su día a día.
Hasta en las pulperías o mercados recibían una negativa para venderles productos debido al miedo de los dependientes o dueños de contraer el virus.
En tanto, los sobrevivientes de la enfermedad sufren las secuelas. Cuentan que el debilitado sistema respitario y la pérdida de fuerza corporal les impiden hacer varias actividades, por lo que, particularmente están preocupados quienes trabajan en áreas que requieren plenitud física.
La indagación estuvo a cargo del proyecto Honduras en Acción contra la Corrupción y por la Transparencia (HondurACTion) que cuenta con el apoyo de Christian Aid (CA), el Organismo Cristiano de Desarrollo Integral de Honduras (OCDIH) y el Centro de Desarrollo Humano (CDH)
Además, la Unión Europea se sumó a la iniciativa mediante apoyo financiero.
