TEGUCIGALPA, Honduras
La alcaldía capitalina nombrará en los próximos días los integrantes de una comisión que se encargará de definir el futuro del proyecto vial Trans 450, que fue denominado como Bus de Transporte Rápido (BTR) por las últimas administraciones.
El nuevo edil, Jorge Aldana, precisó que el equipo tendrá encargados de hacer una auditoría a la infraestructura y la parte legal y financiera para después tener acercamientos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que ha provisto los fondos.
Indicó que están escogiendo los perfiles de las personas idóneas para la labor porque no buscan una decisión política en el tema, sino una científica.
«Es preocupante porque hay una obra de más de mil millones de lempiras y hay que buscarle una solución. ¿Es viable que siga o es mejor tomar otro camino? Esperamos que los técnicos nos lo digan», expresó.
Por su parte, el secretario municipal Osman Aguilar aseguró que los capitalinos tienen que tener claridad que la nueva administración tomará la decisión definitiva sobre qué pasará con el proyecto.
«No se le va a dar más largas al asunto, no puedo decir que se terminará el proyecto porque puede ser que financieramente hablando sea mejor empezar de cero. Eso nos lo dirán los informes de los expertos», dijo.
Garantizó que la decisión será la propicia considerando la parte financiera, la operatividad y la ingeniería con el propósito de que funcione un transporte público rápido y eficiente que reducirá los buses y rapiditos.
Por otro lado, Aguilar aquejó que en el gobierno anterior, cuando fungió como regidor, pidieron toda la información sobre el Trans 450 pero solo les entregaron una parte.
Aunque, explicó que se formó una especie de gerencia para el Trans 450 y los regidores son parte del órgano normativo de la corporación y no del administrativo, en el que están las gerencias.
«Cuando preguntábamos se nos decía que ‘el próximo año’ se iba a inaugurar, después que faltaban 10 meses y así pasó toda la administración y nunca lo hicieron en tres administraciones», señaló.
Aseguró que el nuevo grupo de autoridades en la alcaldía hará un estudio de tráfico y de origen y destino para saber qué obras aliviarán el tráfico de la ciudad y cuáles reducirán los costos de operación.
«Cada obra que se haga es porque tendrá justificación y sentido. No se hará un puente solo porque quede bonito o porque ahí está la clase media o alta», sentenció.
El arquitecto Juan Carlos Rodríguez, quien ha dado amplio seguimiento al tema del Trans 450, dijo a El Pulso que si la respuesta correcta es eliminar el proyecto, se debe hacer pese a la cuantiosa inversión que ya se ha hecho.
Explicó que el gasto de combustible y mantenimiento de la infraestructura sobrepasaría en pocos años el costo de la propia obra.
«Hay que comenzar a visualizar todos los escenarios para ponerle precio y determinar qué es más costoso, si ‘botarlo’ y hacer algo diferente o echarlo a andar, aunque nos cueste negativamente otras cosas», comentó.
Expuso que si se decide continuar con el proyecto tendrían que encontrar respuestas a algunas situaciones para darle viabilidad.
Un ejemplo, mencionó, es que en el tramo del bulevar Suyapa al Estadio Nacional, frente al centro de salud Alonso Suazo actualmente hay cuatro carriles, pero dos serían destinados al Trans 450, dejando solo uno para cada vía y propiciando un posible embotellamiento vehicular.
Asimismo, planteó que en el bulevar Centroamérica, a la altura de la rotonda que está ubicada en las cercanías del Instituto Nacional de Previsión Magisterial (Inprema), existe un paso subterráneo por el que pasaría el nuevo mecanismo de transporte público, que causaría un «tremendo volumen vehicular».
«Son dos puntos de conflicto enorme», acotó el también presidente de la Coalición Patriótica de Honduras.
Externó que si él pudiera decidir qué hacer con el proyecto, no lo podría a funcionar, sino que haría un reordenamiento que involucra las unidades de transporte público que circulan actualmente y las vías del Trans 450 serían solamente un carril más.
«No lo echaría a andar. Definiría un sistema de transporte público en el que comienzo organizando los buses y los hago brindar un servicio en serie de tal forma que ninguno puede pasarle a otro ni salirse de su carril -que sería el primero- y ningún vehículo podría detenerse en las paradas de buses», expuso.
Comentó que hace unos 20 años que la capital dejó de tener estaciones de buses y, aunque alrededor de 10 años atrás se hicieron bahías, «no sirven de nada porque no las respetan».
Añadió que también regularía los taxis y haría las gestiones necesarias para que la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) sea capacitada técnicamente ya que sus agentes «no saben cómo manejar el tránsito vial».
Además, Rodríguez señaló que el problema de la obra está desde su origen, pues las autoridades encargadas identificaron que fue un éxito en Colombia «pero los políticos no comprenden o no les interesa comprender la parte técnica».
«El Trans 450 fue colocado en Tegucigalpa de forma forzada. Es como si yo uso talla 32 en pantalón y compro uno 28 y me lo quiero poner. No hicieron caso y continuaron», dijo.
Señaló que en el Distrito Central se han hecho proyectos a la zumba marumba porque hay personas involucradas que buscan su propio beneficio y al final las edificaciones resultan fallidas.
«Mientras no tengamos planificación como ciudad, todo proyecto de infraestructura se realizará con base en ojos ciegos, sin ver al futuro», sentenció.
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