Para que se escribe

(Por: Óscar Esquivel) Para Jorge Luis Borges, el escribir es una necesidad intima, nada impuesto, sino la necesidad de expresarse. Escribía desde su imaginación y no necesariamente de la realidad que estaba a la vista de todo mundo. Y es que para Borges el escribir no es lo mismo que hablar, ya que la primera permite mayor reflexión para transmitir las ideas. Es un proceso más lento y, el hablar más fácil, aunque se diga cualquier cosa o haya arrepentimiento al momento en que se emite la última palabra. «Y sino escribo siento una especie de remordimiento», dice Borges.

Para García Márquez, el escribir se convirtió en un hábito; confesando que después de la claustrofobia la angustia que más sentía era enfrentarse a una hoja en blanco. Partía desde una imagen (observación) para escribir, a diferencia de Borges que lo hacía desde la imaginación.

Se pueden escribir discursos; artículos de opinión; novelas; cuentos; ensayos; poesía y todos ello nacen de la necesidad de expresarse; de comunicar, de pensar que es un proceso doloroso. Escribir es liberar la mente de ideas, imágenes que se van acumulando, que se vuelven pesadas y que ocupan convertirse en palabras. Y es por ello que decía el poeta Paredes que enfrentarse a una hoja en blanco era jodido; empezar lo que se quiere escribir es doloroso y ya lo demás fluye de manera más fácil.

Pero ¿Para qué se escribe? Se escribe por la necesidad de expresarse, como el hablar/ escuchar. Se escribe para quitar peso a la mente de ideas e imágenes que pueden ser o no leídas o compartidas por el lector.
Se escribe para resaltar aciertos y señalar desaciertos; en los artículos de opinión, no se busca escribir para quedar bien con personas particulares, sino que compartir ideas desde la visión del articulista con el fin de aportar para el bienestar colectivo.

No es fácil el oficio de señalar desaciertos, se corren riesgos en el arte de tirar piedras sin esconder la mano. Pero se debe honrar la palabra, de donde se viene y hacia donde se pretende llegar. No es que haya que acostumbrarse al desprecio del poder ni tan poco es que se trate de ser el Prometeo robándole el fuego a los dioses para dárselo a los mortales, sino buscar aportar ideas para bienestar colectivo en esta vida, que cada vez queda demostrado es un paisaje cada vez más corto.

Concluyamos entonces que el escribir es una necesidad individual, que busca liberar la mente, lo de ser leído o no ya es una actividad secundaria que no compete al escritor. Tampoco es que se desprecie, aunque García Márquez dice que no le desea el éxito a nadie, ya que sé es como el alpinista que se mata para subir a la cumbre y luego no haya como bajar ¡Tampoco es que busquemos el Nobel!

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