TEGUCIGALPA, Honduras
Una pregunta que de entrada se respondería sola, sí se lee, rápidamente. En teoría el abc de un legislador es crear o reformar leyes en beneficio del país, también eliminar leyes que vayan contra los intereses de la población; la oprobiosa ley que daba vida a las ciudades modelo, empleo temporal, por ejemplo.
Los diputados, representantes del pueblo hondureño también llamados “padres de la patria “habrá que llamarles a diputadas “madres de la patria o de la matria “para ponernos a tono en estos tiempos modernos. ¿Son realmente representantes de una población que se debate entre la pobreza y miseria?
En Honduras tenemos 128 diputados propietarios y 128 suplentes, estos últimos según ley aprobada en últimas sesiones del congreso anterior, deberán estar presentes en todas las sesiones, por si acaso un propietario no llega; y, gozarán de los beneficios/ derechos que los propietarios. Es decir que Honduras en la práctica tiene 256 diputados.
El sueldo y salario de los diputados ha sido ampliamente criticado por estar lejos de la realidad económica en que vive la población hondureña. Cada diputado propietario percibe cerca de L. 100,000 lempiras; aparte de gastos de transporte, viáticos, hospedaje y hasta tienen un seguro médico internacional por sí quieren mandarse a enderezar algún diente o nariz chueca ¿para verse la consciencia no hay?
Los diputados suplentes también tienen derecho a los sueldos y salarios no menor al 75 % que perciben los propietarios; los diputados que forman parte de la junta directiva perciben ingresos superiores a los demás diputados.
Al ser criticados por esos ingresos que nunca verá un guardia de seguridad que labora 48 horas seguidas, los diputados han dicho que: “en el caso mío, hablo por mi experiencia, ese sueldo tiene bastantes dueños cuando uno lo comparte, entonces la demanda es bastante”. Otro diputado para justificar su ingreso que no es tan siquiera cerca del común de la media hondureña: “la estadía aquí en la capital hay que alquilar un hotel o estar en un apartamento y anda alrededor de otros 15,000 lempiras, más la alimentación “. Es decir que les quedamos a deber a los sacrificados diputados. “no crea que es el montón. Nosotros ganamos 92,000 mil lempiras para lo que nos macaneamos”. Ha dicho la señora que va a lavar ajeno al río de sol a sol ¡perdón! Esto lo ha dicho una representante del pueblo hondureño.
Con los señalamientos a los altos sueldos de los diputados no es que se pretenda que ganen el salario mínimo, pero sí que se acerquen un poco a la realidad hondureña; como también debería reducirse el número de diputados por departamentos: ¿23 diputados en Francisco Morazán, 21 en Cortés…? Y ¿por qué no limitar sus periodos?
Asumo que tienen un manual de funciones los diputados, ya que están realizando funciones que le compete al poder ejecutivo, para el caso; nombrar personal en las diferentes instituciones de gobierno.
Los sueldos y salarios de los diputados son solo una muestra de los otros que perciben en las demás instituciones de gobierno: alejados de la realidad económica del país.
Lo dicho no es nada nuevo y ampliamente discutido (pero no en el CN) pero una buena parte de nuestros políticos tienen una máscara de hierro con blindaje nivel 7, sin embargo, seguiremos “arando en el mar. “
