WASHINGTON, EE.UU.
El panel de legisladores de la Cámara de Representantes que investiga los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de EE.UU. celebró una audiencia sobre cómo el expresidente Donald Trump presionó repetidamente al entonces vicepresidente Mike Pence para impedir que el Congreso certificara que el demócrata Joe Biden había ganado las elecciones.
Pence presidía el Congreso mientras los legisladores se encontraban en las etapas iniciales del conteo de los votos del Colegio Electoral, estado por estado, para ratificar la victoria de Biden cuando unos dos mil partidarios de Trump irrumpieron en el Capitolio para interrumpir el proceso.
Trump, en privado y en público -en un mitin cerca de la Casa Blanca justo antes de que se reuniera el Congreso- reclamó a Pence que rechazara el conteo electoral de los estados donde Biden ganó por poco y enviara los resultados a los estados donde las legislaturas controladas por los republicanos podrían ordenar otra elección o presentar los nombres de los electores de Trump para reemplazar por los que favorecen a Biden.
Pero Pence, leal a Trump durante sus cuatro años en la Casa Blanca, se negó, diciendo que su papel estaba limitado por la Constitución a simplemente abrir los sobres que contenían los recuentos de votos del Colegio Electoral de cada estado.
Al iniciarse la audiencia, el presidente del comité demócrata, Bennie Thompson, dijo que Pence «sabía que era ilegal» anular la elección. «Él sabía que estaba mal».
Un asesor legal de Pence, el juez conservador retirado de la corte federal de apelaciones Michael Luttig, testificó que le había dicho al vicepresidente que no tenía autoridad para cambiar el resultado de las elecciones.
«Si el vicepresidente Pence hubiera obedecido las órdenes de su presidente y declarado a Donald Trump como el próximo presidente de Estados Unidos, a pesar de que el presidente Trump hubiera perdido el voto del Colegio Electoral así como el voto popular, habría sumido a Estados Unidos en lo que habría sido equivalente a una revolución y una crisis constitucional», dijo Luttig.
Pero cuando el entonces mandatario se dio cuenta de que Pence no cambiaría los resultados de las elecciones, dijo Thompson: «Donald Trump volvió a la turba contra él, la turba que gritaba: ‘¡Cuelguen a Mike Pence!'».
“No tenía derecho a anular la elección”, ha insistido Pence desde entonces, a pesar de que su papel, como presidente de la Cámara Alta, requería que también certificara su propia derrota ante la demócrata Kamala Harris, ahora vicepresidenta de Estados Unidos.
Con Pence anunciando con anticipación que no accedería a la demanda de Trump, algunos de los manifestantes en el Capitolio se volvieron contra él cuando atravesaron las barreras de seguridad, pelearon contra la policía y saquearon las oficinas del Congreso. Algunos erigieron una horca en el National Mall, frente al Capitolio.
La congresista republicana Liz Cheney, la vicepresidenta abiertamente anti Trump del panel de la Cámara de Representantes que investiga la insurrección, dijo la semana pasada que el expresidente, al ver el caos que se desarrollaba en la televisión desde la Casa Blanca, les dijo a sus asistentes que estaba de acuerdo con la idea de que Pence debería ser colgado.
«Tal vez nuestros seguidores tengan la idea correcta», dijo supuestamente. «Mike Pence se lo merece».
Cheney también dijo: «El presidente Trump creía que sus partidarios en el Capitolio y cito, ‘estaban haciendo lo que deberían estar haciendo'». «Esto es lo que le dijo a su personal cuando le suplicaron que detuviera a la multitud, que instruyera a sus seguidores para que se fueran».
El comité mostró un breve videoclip de Marc Short, quien se desempeñó como jefe de gabinete de Pence, diciendo que Pence le dijo a Trump «muchas veces» que no tenía la autoridad para anular la victoria de Biden.
Short, a quien le preocupaba que Trump se volviera contra Pence y, según los informes, alertó al Servicio Secreto sobre una posible amenaza de seguridad para la vida de Pence, no testificará en vivo, pero se transmitieron clips de su declaración grabada en video durante la audiencia del jueves.
Más tardes el jueves se conoció de la nueva solicitud expedida el día anterior por el Departamento de Justicia para tener acceso a las transcripciones de la investigación del 6 de enero de la Comisión del Congreso, lo que había sido negado por el panel de investigadores que ha dicho que no va a liberar las transcripciones hasta el mes de diciembre cuando tenga un dictamen final.
“El momento de la liberación anticipada perjudicará la capacidad de todas las partes para prepararse para el juicio porque las partes actualmente no pueden dar cuenta del contenido de esas transcripciones con respecto a sus respectivos casos”, rebatió el fiscal del Distrito de Columbia, Matthew Graves.
Justicia hace referencia al caso de los Proud Boys, un grupo de ultraderecha cuyo líder Enrique Tarrio y cinco de los integrantes más permanecen en prisión a espera de juicio por su participación en el asalto al Capitolio.
“El hecho de que el Comité Selecto no le otorgue acceso al Departamento a estas transcripciones complica la capacidad del Departamento para investigar y enjuiciar a quienes se involucraron en conductas delictivas en relación con el ataque del 6 de enero al Capitolio”, indica la misiva.
Sin embargo, Richard Serafini, un experto legal que trabajó como fiscal para el Departamento de Justicia resaltó la importancia de que la entidad esté solicitando las transcripciones del comité.
«Esto es sin duda una indicación de una investigación del Departamento de Justicia», dice el abogado defensor penal del sur de la Florida, Richard Serafini, ex abogado litigante del Departamento de Justicia, en un comentario a los medios.
Serafini explicó que se puede ver un patrón en que los investigadores del Departamento de Justicia “quieran acceder a todas las pistas y pruebas posibles. Sin duda, una indicación de una investigación del Departamento de Justicia». (Con información de VOA).