WASHINGTON, EE.UU.
El presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., el republicano Kevin McCarthy, anunció este martes que ordenará a los comités del organismo iniciar una investigación formal de juicio político contra el mandatario del país, Joe Biden.
En un discurso, McCarthy señaló que las investigaciones del ente legislativo sobre la familia Biden este año descubrieron una «cultura de corrupción» que exige una revisión más profunda. También detalló que se trata de «acusaciones de abuso de poder, obstrucción y corrupción».
Por su parte, la Casa Blanca calificó la iniciativa de «política extrema en su peor versión». «Los republicanos de la Cámara de Representantes llevan 9 meses investigando al presidente y no encontraron ninguna prueba de delito», afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Ian Sams, citado por AP.
Un juicio político es una investigación de posibles irregularidades cometidas por un funcionario federal, como el presidente de EE.UU., funcionarios del gabinete o jueces, explica la agencia. El proceso está recogido en la Constitución y es el control más poderoso que el Congreso ejerce sobre el Poder Ejecutivo.
Si bien la Cámara de Representantes tiene la facultad de acusar a un funcionario federal, solo el Senado puede condenar y destituir a una persona.
No hay reglas sobre cuánto puede o debe durar un juicio político. El único plazo real sería el final de este Congreso, que es el 2 de enero de 2025.
Para destituir a Biden, la Cámara de Representantes tendría que aprobar al menos un cargo de destitución contra él, lo que requiere una mayoría de votos. Un juicio político también puede archivarse si no se presentan cargos.
Si se decide seguir adelante con el ‘impeachment’, una vez que la Cámara vota las normas del juicio político y concluye sus investigaciones, los artículos del juicio político suelen ser examinados por un comité antes de ser enviados al pleno de la Cámara para su consideración, escribe The Washington Post.
A continuación, el caso pasa al Senado para su enjuiciamiento, en el que el presidente del Tribunal Supremo supervisa el proceso. Los encargados del juicio político designados por la Cámara actúan como fiscales que exponen los argumentos a favor de la destitución del acusado. Los senadores actúan como jurado, y se necesitan dos tercios de los votos para condenar y destituir al mandatario.
Si Biden fuera condenado por el Senado, sería el primer presidente estadounidense en ser destituido. Sin embargo, tal resultado parece inverosímil, dado que los demócratas tienen una mayoría en el organismo, señala AP.
Desde que obtuvieron la mayoría en la Cámara de Representantes en enero, los republicanos han investigado enérgicamente a Biden y a su hijo Hunter, argumentando que participaron en una trama de tráfico de influencias. Los republicanos han centrado la gran parte de su atención en información no verificada que llegó al FBI, según la cual Biden estaba implicado en una trama de sobornos cuando era vicepresidente.
Y si bien los republicanos han intentado relacionar directamente los asuntos financieros de Hunter Biden con su padre, de momento no han presentado pruebas de que el presidente participara directamente en el trabajo de su hijo, aunque a veces cenaba con los clientes de Hunter Biden o les saludaba en las llamadas.
Hasta el momento, tres presidentes de EE.UU. han sido sometidos a juicio político: Andrew Johnson, por despedir a su secretario de Guerra; Bill Clinton, por mentir bajo juramento y obstruir la Justicia para encubrir su romance con Monica Lewinsky; y Donald Trump en dos ocasiones, la primera por abuso de poder y obstrucción al Congreso, y una segunda por incitar a una insurrección.
La Cámara también autorizó formalmente al Comité Judicial a iniciar una investigación de destitución contra el presidente Richard M. Nixon, pero éste dimitió de su cargo antes de que la Cámara pudiera votar.
Ningún presidente estadounidense ha sido condenado por el Senado. (Con información de RT).
