TEGUCIGALPA, Honduras
Las bancadas de oposición están a un paso de decirle sí a la propuesta del nacionalista Tomás Zambrano de autoconvocarse a una sesión extraordinaria, luego de más de un mes que el Legislativo no sesiona ante la imposibilidad de hallar consensos para escoger a los nuevos jefes del Ministerio Público.
Libre, que tiene 50 votos y el resto del bando opositor, mantiene bloqueado cualquier posibilidad de lograr elegir a los cinco finalistas para ocupar la jefatura de la fiscalía, que debió realizarse en septiembre anterior, por lo que, por ahora, no se puede destrabar este entuerto que mantiene paralizada la discusión de la agenda del Congreso.
Zambrano, dijo que convocó a su bancada «el martes a las 10 de la mañana en el Congreso, esperamos que nos abran el hemiciclo, la antesala del Congreso porque la han tenido cerrada durante estos 45 días… (que) nos pongamos a trabajar por eso nos pagan y nos pagan bien».
Alegó que el partido conservador “sigue listo para la convocatoria a la sesión extraordinaria que esperamos que el martes una vez por todas se defina y se lleguen a los 65 votos requeridos”.
Desde el PSH también están preparados para ir a la sesión extraordinaria, por lo que restaría que la bancada liberal de Mario Segura se sume, en el caso de que Luis Redondo no realice la convocatoria que debió ser esta semana.
El parlamentario Marlon Lara, quien se ha escorado más a la derecha, declaró que está listo para acudir a la sesión extraordinaria, en la que propondrá que se apruebe la Ley de Empleo Parcial, de la cual es su principal promotor, luego que se derogara la controvertida Ley de Empleo por Hora.
Desde Libre, algunas voces como Rasel Tomé, uno de los vicepresidentes del Legislativo, aseveró en su momento que ya estaban listos los consensos para proceder a reanudar las sesiones, teniendo como prioridad la selección del fiscal general y su adjunto; en cambio, el secretario Carlos Zelaya, de mayor influencia en la directiva, descartó que se retornara a las reuniones mientras no haya un desenlace en cuanto al Ministerio Público.
El Partido Nacional, quien incide en gran medida en la oposición, «sigue manteniendo» la misma nómina de Marcio Cabañas y Jenny Almendares como los sustitutos del huido Óscar Chinchilla y el fiscal general en Funciones Daniel Sibrián. El PSH y el Partido Liberal siguen también enrocados en esa línea.
En tanto, desde Libre se insiste con Johel Zelaya y Cabañas, aunque Tomé planteó que puede haber una modificación con Almendares en vez del segundo, como forma de desempantanar las conversaciones que no han dado resultados hasta el momento.
¿PARA QUÉ SESIÓN EXTRAORDINARIA? Si bien la Constitución ya establece que un grupo de al menos cinco diputados puede convocar a sesión extraordinaria, pero no será de mucha utilidad porque las leyes que apruebe, chocarán con el veto desde el Ejecutivo de Xiomara Castro, ni tampoco cuentan con los 86 diputados para la mayoría calificada o para superar el rechazo de Castro a sus iniciativas con la aplicación de la fórmula «ratificado costitucionalmente».
Ni la Ley de Empleo Parcial de Lara y ninguna otra contaría con el aval de la mandataria; tampoco podrían elegir a los fiscales porque tampoco tienen las tres cuartas partes de los votos, ni aún sumando a los disidentes de Libre, quienes se han reagrupado para hacer frente a la mayoría mecánica y han ratificado su lealtad a Castro y al asesor presidencial Manuel Zelaya.
Cabe recordar que en 2020, luego que entrara en vigencia el nuevo y controvertido Código Penal, la oposición de aquel entonces, hizo lo mismo al irse a sesión extraordinaria para derogar la flamante norma y a pesar que fue derogada, jamás surtió efecto gracias a las maniobras de Juan Orlando Hernández, Mauricio Oliva y el mismísimo Zambrano.
A pesar de estos antecedentes, los contrarios a Libre buscan repetir esa hazaña, a sabiendas que poco o nada harán al respecto.
Hasta el momento, el Congreso ha tenido una pobrísima actividad en este 2023, según valoraciones de organismos de la sociedad civil, quienes lamentaron que se haya gastado una fortuna en el pago de sueldos y salarios a cambio de pocas sesiones y escasas iniciativas presentadas por los legisladores.
