TEGUCIGALPA, Honduras
Tras varios años de estar pagando pena por delitos de narcotráfico, el hondureño Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo, será uno de los testigos de la fiscalía federal de Nueva York en el proceso judicial que enfrenta el expresidente Juan Orlando Hernández.
Para poder testificar en contra de Hernández, Lobo tuvo que negociar con la justicia de EE.UU., que significó una reducción de seis años en la condena y saldría antes de lo previsto. Otro factor que podría ayudarlo a reducir la pena, sería una buena conducta, que sería un atenuante.
Lobo saldría de la cárcel el 1 de noviembre de 2035, señala el Buro de Prisiones de EE.UU. (BOP, en inglés), es decir seis años menos, ya que su salida estaba prevista para 2041, a la edad de 69 años.
En los registros del BOP, indica que Lobo no está bajo su custodia, lo que significa que está en una prisión administrativa esperando declarar para el juicio contra Hernández.
El 5 de septiembre de 2017, una jueza federal de Nueva York, condenó a Lobo a 24 años de prisión, castigo que culminaría en 2041.
Esta condena ya había sido confirmada por la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el segundo circuito judicial.
El testimonio de Lobo será clave durante el juicio del exmandatario Hernández, según lo anunció la fiscalía federal neoyorquina, porque ambos presuntamente establecieron una estrecha relación de amistad para obtener información y proteger al cartel de los Cachiros.
Presuntamente, este grupo criminal pagó millonarios sobornos a Hernández a través de Lobo, fondos que fueron utilizados para pagar la campaña presidencial de 2013.
De acuerdo con los documentos, Hernández le dijo a Lobo, que el entonces director de una agencia de inteligencia de defensa de Honduras, el cual fue identificado como CC8 (al parecer, sería el exsecretario de Seguridad, Julián Pacheco) podría proporcionarle información para evitar la intersección de los envíos de drogas.
En 2009 Lobo asistió a una cena en Tegucigalpa con Hernández, su hermano Juan Antonio Hernández (ya condenado a cadena perpetua) junto a un narcotraficante colombiano llamado el Cinco, en donde discutieron quién asumiría el costo de un avión cargado de cocaína que había sido incautado en Islas de la Bahía.
Durante el juicio, Lobo revelará que el cartel de los Valle también financió la campaña presidencial de Hernández.
Además, habría ayudado a lavar dinero a los Cachiros a través de contratos gubernamentales de empresas fantasmas.
Los documentos revelaron que Lobo se encargó de gestionar el transporte de la cocaína desde aeródromos ubicados estratégicamente en zonas montañosas del noroeste hasta la salida a Guatemala y México.
Lobo afirmará en su declaración ante Castel que era él quien le entregaba el dinero a Hernández proveniente del cártel de Sinaloa, jefeado por el Chapo Guzmán. con el fin de facilitar transporte de cocaína de México hacia tierras norteamericanas y que a través de radares el gobierno del exmandatario facilitó el aterrizaje de las narcoavionetas en el país.
