…Por José Raúl Alemán*
Después de leer el articulo de Leticia Salomón en Proceso Digital concluyo que el politizar reclamos siempre ha sido un recurso de los que están en el poder, para devaluar las luchas sociales y enlodar los reclamos de justicia e igualdad.
Lea acá la nota de Leticia Salomón:
Hay que reconocer, señora Salomón, que desde el 2009 se ha obviado deliberadamente la participación de los estudiantes en órganos de gobierno de la UNAH —y esto lo hacen con una sórdida sonrisa—. Bajo la ausencia de estudiantes se aprobó y continuó la reforma universitaria, y ahora se extrañan por los reclamos.
El hacer espectáculo en torno a la más de cuarenta (40) órdenes de capturas y procesos abiertos por el Ministerio Publico a petición de la burocracia de la UNAH y decir que es cosa del estado.
El usar al Ministerio Publico y sacar esposados de pies y manos a los/las estudiantes, recordando los mismo sucesos que se hicieron con los sindicalistas de la UNAH, sólo nos recuerda que la Rectoría usa el DERECHO PENAL DEL ENEMIGO contra todo aquel que está en contra suya.
Alegan daños que todavía no han visto y nos enredan con aquella cantaleta del derecho mío y el derecho tuyo.
La UNAH ha entrado a la semiprivatizacion. Los reclamos por el aumentos de cobros son reales y la prueba de aptitud académica termina siendo discriminatoria aun bajo el argumento de «tenemos poco y hay que saberlo usar».
Después del desalojo del viernes entramos a los amargos recuerdos de la represión y a la investigadora Salomón se le olvida que no es la primera vez que la Policía Nacional entra a la UNAH a petición de las autoridades universitarias. También sucedió con el SITRAUNAH.
El referirse a la muerte de dos integrantes de la comunidad universitaria cuyas causas y orígenes permanecen desconocidas, es frivolizar la tragedia de dos familias hondureñas. Cabe recordar cómo todos los recursos de la UNAH se utilizaron para resolver los crímenes de dos estudiantes, pero eso tampoco tendría que venir al caso, además, decir que la crisis sólo debe de ser resuelta en la UNAH y que sectores ajenos se unen al conflicto es una manera de negar la preocupación de la sociedad hondureña por la máxima casa de estudios, cuyos conflictos se están volviendo cíclicos y continuos.
Pero en algo coincidimos con Leticia Salomón. Lo mejor que le puede pasar a la UNAH es un diálogo, así sea malo y no un buen pleito.
Hace unos días las denuncias eran que los de LIBRE alimentaban las protestas en la UNAH y hoy, que también el Partido Nacional. Reconozcámolo, de entrar el PN a la crisis de la UNAH, no quedaran vestigios de la reforma educativa.
En mi humilde punto de vista, la Rectora está siendo traicionada por aquellos que hasta hace poco la adulaban y ha activado un movimiento de protesta cuyo alcance no podemos medir en el tiempo y espacio.