Historia del Movimiento Obrero y Popular Hondureño. (Parte 1 de 3)

EGO10 mayo, 2017

Entrevita a Napoleón Acevedo Granados, sobreviviente de la huelga de 1954. Primer presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras (FUTH), expresidente del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Standard Fruit Company y Miembro del otrora Partido Comunista de Honduras. (PCH)

El 28 de Marzo de 1977, las fuerzas miltares al mando del Coronel Gustavo Adolfo Álvarez Martínez asaltaron la Federación Unitaria de Honduras (FUTH). Así lo recordó Acevedo quien  hizo incapié cuando el 30 de marzo fue sustituido de la presidencia del sindicato por una paralela patronal. El 25 de agosto del mismo año abandonó Tegucigalpa hacia La Unión de Repúblicas Socialistas (URSS) donde estudió ciencias políticas y sociología.

«A mi regreso me dediqué a elaborar y organizar al sector obrero campesino, poblador y a darle apoyo al movimiento estudiantil y a todas aquellas organizaciones de vanguardia del movimiento social hondureño, también elaboré los principios de la Federación Unitaria de trabajadores de Honduras (FUTH)», afirma.

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Obreros de las compañias bananeras durante la Gran Huelga de 1954. Foto cortesía: Google

Para la conmemoración del Primero de Mayo del 1984 se reunió el consejo estudiantil del instituto Jesús Aguilar Paz. Se me designó para que hablara en el acto político cultural a nombre de la Organización Política Estudiantil y el Frente de Acción Revolucionaria (FAR), cursaba el segundo curso de ciclo común en la jornada nocturna en ese colegio, al subir a la tarima del vetusto edificio en la séptima avenida del barrio Lempira de Comayagüela grité: “VIVA EL PRIMERO DE MAYO, VIVA LA CLASE TRABAJADORA, VIVA EL PROLETARIADO DEL MUNDO, LA CLASE REVOLUCIONARIA DE LOS PUEBLOS”. Pronunciaba frases leídas en un periódico de esos que usan los obreros para comunicarse y adoctrinar a sus bases o agremiados, se escucharon los aplausos de mis compañeros que al igual que yo no teníamos claro que era lucha de clases sociales, ni siquiera que éramos proletarios.

Ese primero de mayo fue caótico; las dirigencias obreras se enfrentaron, las masas trabajadoras les gritaban vendidos y traidores a algunos de los dirigentes de las cúpulas de las federaciones y centrales obreras que tuvieron que abandonar el estrado, uno de ellos sacó una pistola 9 mm. Tuvieron que retirarse porque la muchedumbre no los dejó hablar.

Apareció entonces la figura de un hombre flaco, alto, al frente de la estatua del general Morazán que gritó: ¡vivan los mártires de Chicago! y se refirió al sacrificio de estos obreros y lo salvaje de su asesinato pues mencionó que murieron ahorcados por demandar 8 horas de trabajo y otros beneficios laborales. Criticó fuertemente la ocupación extranjera, Palmerola era nueva en ese entonces, la presencia de la contra nicaragüense y el gobierno vende patria del Doctor Roberto Suazo Córdova. Era Napoleón Acevedo Granados hablando a nombre de la FUTH, como organización vanguardia de los trabajadores del campo y la ciudad.

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Centrales obreras preparandose para el 1 de mayo. Foto cortesía: diario La Prensa.

Este año, siempre en el 1 de mayo, me encontré con un ex compañero dirigente estudiantil de aquella época, ahora dirigente obrero. Platicamos del declive del movimiento de los trabajadores, los organizados y los dirigentes veteranos. Decidimos entonces visitar a Acevedo Granados. De esta forma entramos en materia, sobre una breve reseña de la historia del movimiento obrero hondureño.

La visita a un dirigente obrero.

Llagamos a su casa al sur de la ciudad de Comayagüela, una de esas colonias de tierras recuperadas ahora denominadas barrios en vías de desarrollo. Acevedo inició contándonos como fue el paso de obrero a la organización comunitaria de la colonia Las Torres.

«Empezó con un taller diagnóstico para conocer la realidad de la zona, esa metodología del diagnóstico la traje de mi experiencia en la universidad, donde estuve 19 años, me pusieron como jefe de sección, era cuando se hacía extensión universitaria, yo estaba con Pablo Portillo de Jesús; entonces en una de las primeras cosas que él me presionó fue en los trabajos de planificación, me dijo: “de las primera cosas que vas hacer es un diagnóstico de la realidad que vos quieres cambiar” entonces hicimos el diagnóstico de la Colonia Las Torres y recuerdo que llegamos a la conclusión que no había desarrollo por falta de dirección».

«La junta directiva que había lo único que hacía eran fiestas, y hasta la gente de la iglesia decía: «Dios Bendiga a ese hombre que eliminó las fiestas» porque los que los estaban dirigiendo solo hacían bailes cada fin de semana dejando varios heridos. Se “echaban” el pisto a la bolsa, así que llegué y les dije: «aquí termina esta papada si quieren que yo los dirija». Yo sé que los pueblos se desarrollan pero solo con democracia. A huevos no se desarrolla. Los procesos revolucionarios son un balance, es el conocimiento y la conciencia. Se desarrollan entre valores y antivalores, por eso es que cuando hubo el golpe de estado, Estela (su esposa) se disgustó conmigo porque le dije: «gracias a Dios hubo golpe de estado». Ella me respondió: «Pucha, yo no sé cómo es que vos sos revolucionario».»

«Lo primero que vamos a hacer aquí es el servicio de agua potable, dije ya en las Torres, la segunda es alcantarillado. Aquí no había nada, así que les dije que cada uno iba a aportar una contribución de L. 200.00. Pasó el primer mes, llamé a la tesorera y ella me dijo: “no pagó ni el 15%”, a lo que le dije que llegó el momento de parir, porque aquí hay un problema de organización. Organicé una directiva por cada bloque, son 20 bloques, 20 directivas, partiendo de la experiencia histórica desde el 1954 hasta acá, sé que las directivas numerosas son deficientes, si hay seis directivos solo llegan 4 y si solo te llegan 2 no haces nada, entonces lo que hicimos fue una directiva de 3 en cada bloque en el sector 1A, 1B, 1C, tres directivas: un presidente, un secretario y un tesorero, para que nos planifique y reporte las necesidades de desarrollo de ese bloque, nada más, con eso creamos una instancia, agilizamos la base. Así llegamos a dirigir 15 colonias en el Distrito Central para el fin de agua y saneamiento».

Don Acevedo Granados siguió con su relato, haciendo una comparación de lo que pasó con Libre y con su colonia.

«¿Qué ha pasado en el partido LIBRE? desorganización. ¿Qué pasó en el partido LIBRE? desperdicio de las condiciones objetivas y subjetivas del momento histórico. Cuando analizamos la cantidad de años que el Partido Liberal y Nacional habían estado bailando en el lomo de nosotros, el pueblo hondureño y luego el golpe de Estado. ¿Sabe qué dijo Fidel Castro?: ¡Error Fatal  para la oligarquía! ¿Fuimos capaces de darle vuelta de golpe? ¡NO! ¿pero cómo no? Si fuimos a más de ciento cincuenta (150) asambleas; yo estuve cuando asesinaron a Isis Obed, habían más de 150 grandes movilizaciones, y ¿que pasó? allí se produjo un cambio gigantesco pero no hubo dirección».

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Movilización del FNRP durante el 2009. Foto cortesía: Google

«Entonces hablé con los dirigentes. Yo les dije que todo proceso pasa por la organización, organicemos esto compa, les dije. Entonces se organizó el partido lo cual es correcto. Pero al organizar el partido desmovilizó al proletariado, al pueblo hondureño. ¿Y qué pasó? Nos quedamos unicamente con el partido, perdimos la oportunidad de que el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) fuera la mano derecha de ese movimiento».

«Recuerdo que en una ocasión mientras andábamos movilizados me encontré con usted, Carlos Paz, usted tiene un historial en las luchas, en comunicaciones revolucionarias de este país y le dije: ¿por qué no invierten en un medio? necesitamos un medio de comunicación, le dije. Usted me respondió sonriendo: «no quieren hacer nada de eso», me dijo y en efecto, al fin lograron tener un medio que es UneTV, pero lo dirigen mal y se lo he dicho a ellos. Fui como delegado de la colonia Las Torres a la última asamblea de Libre, saludé a Mel dándole la mano y él me pidió que le mandara mi libro. Hoy el movimiento obrero esta coaptado por los partidos tradicionales Nacional y  Liberal, que son la peor desgracia de este país…»

En la segunda parte, Napoleón Acevedo Granados nos habla de su libro y del debilitamiento de la clase obrera. La posibles causas de la perdida de fuerza sindical y un contexto político-sindicalista del mundo.

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