Bertha Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (COFADEH), inició su intervención solidarizando con los defensores y defensoras agredidos, presentes en la conferencia de prensa, seguidamente expreso: «este acto es de condena, por las agresiones de que han sido víctimas las defensoras y defensores de Derechos Humanos y estudiantes».
Oliva manifestó que tienen claro lo que ocurrió, los hechos se dieron en plena luz del día y en la impunidad que cobija a los hechores, los defensores llegaron a la Universidad a hacer su trabajo. Condenó la acción del Comisionado Nacional de Derechos Humanos por no haber hecho uso de las facultades que le confiere la ley, para proteger y solicitar a los agresores la libertad de los detenidos; defensores de derechos humanos y estudiantes, debe tenerse plena claridad y no confundir los hechos que se dieron.
“La indignación y consternación es de repudio total y no nos van meter miedo, hacemos causa común y elevamos nuestra voz” que es el arma que tenemos, nosotras no poseemos armas letales en contra de la humanidad, es nuestra voz. Con preocupación en su rostro y cierta indignación por la impotencia declaró: «vamos a ejercer lo que en derecho corresponda, aunque estamos conscientes que no vivimos un estado de derecho, vivimos un estado de indefensión. Pero no se equivoquen, conocemos quienes son y hacia donde apuntan los perpetradores, a los que defendemos los Derechos Humanos».
Dr. Juan Almendarez Bonilla. Ex-rector de la UNAH. Defensor de los Derechos Humanos.
El ex-rector aseveró que los Derechos Humanos en Honduras son una farsa, un engaño, porque la seguridad no existe. “Vivimos en una política de represión, persecución, cárcel y de muerte para la juventud. La cooperación y comunidad internacional deben actuar con claridad», dijo. Almendarez consideró que la Organización de los Estados Americanos (OEA) no se pronuncia porque es una farsa en materia de Derechos Humanos. El humanista le solicitó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que se pronuncie porque la democracia en este país está encarnada en la tortura y el trauma. Lo que sucede en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) no está aislado de lo que ocurre con los campesinos, a los indígenas les pasa lo mismo que a los estudiantes e igual pasa con otros sectores del país, afirmó Almendares Bonilla.
El galeno y activista de los Derechos Humanos aseguró que a las víctimas se les puso en riesgo sus ojos, comparó la acción con la democracia del país que es ciega, que por años no ha visto la injusticia en que vive el pueblo, por eso quieren producir ceguera en los defensores de Derechos Humanos, por eso fueron objeto de torturas y les colocaron grilletes para evitar que se limpiaran del efecto de los gases, ese es un acto de tortura colectiva para engendrar miedo. No se puede dejar de percibir que estos hechos ocurren en un periodo electoral señalado por irregularidades, si tales hechos se ejecutan en contra de defensores, ¿qué no pueden hacer contra otras personas que protestan contra la farsa electoral? se debe deducir responsabilidad a la política de los Estados Unidos de América porque ellos asesoran y otorgan recursos para esto.
Almendares Bonilla llamó a la población a movilizarse para brindar una verdadera solidaridad, pidió a los medios de comunicación decir la verdad. La democracia de Honduras está fracturada, se basa en el terror. Advirtió que posiblemente van a culpar a un policía, pero quedarán impunes los actores intelectuales responsables de la tortura. Los hechos en la universidad son la muestra de una institución militarizada, una universidad que es un estado militar-policial impugnativo.
Wilfredo Méndez, Director Ejecutivo del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh)
Méndez lamentó que organizaciones de la Sociedad Civil que deberían proteger a las personas no a un gobierno de circunstancias oprobiosas, caen en un juego en distintos momentos. Desde la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia donde malos pastores jugaron un rol nefasto, haciéndose pasar por miembros de Sociedad Civil: Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), La Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), Federación de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo de Honduras (FOPRIDEH), han validado acciones ilegales, prácticamente corruptas de este gobierno, violando los principios de Derechos Humanos al moverse con la agenda de gobierno.
«Las organizaciones de Derechos Humanos hemos establecido que no se puede permitir que organizaciones de Sociedad Civil le estén haciendo daño al pueblo hondureño, cuando el fin es proveer beneficio», dijo.
Las organizaciones de Derechos Humanos acordaron constituirse en una mesa permanente y desde ese marco desarrollar acciones nacionales e internacionales ante el derecho de defensores a defenderse.
En su comunicado, en algunos numerales establecen lo siguiente:
Las organizaciones de derechos humanos demandamos:
- La inmediata destitución del Ministro de Seguridad, la investigación pertinente para la sanción que corresponda.
- La inmediata destitución de la rectora de la UNAH y deducción de responsabilidades.
- El sobreseimiento definitivo de las y los defensores de Derechos Humanos y estudiantes desestimando las acciones por carecer de sustento.
Reiteramos a la población hondureña, el llamado a continuar con la lucha en defender sus derechos, sin que estas acciones de criminalización y de odio detengan las reivindicaciones sociales.
Denunciamos que Organizaciones No Gubernamentales asumen de forma irregular e irrespetuosa la representatividad de las organizaciones de Derechos Humanos, por lo anterior desautorizamos, ASJ, APJ Y FOPRIDEH a que se presenten como tales y denunciamos que ex miembros del escuadrón 316 continúan dominando en la Policía Nacional por lo que demandamos su destitución.
Solicitamos a la Cruz Roja Internacional veeduría para constar, las agresiones, torturas, tratos crueles e inhumanos y degradantes en contra de defensoras y defensores de Derechos Humanos para elevar las denuncias que correspondan.